sábado, 4 de octubre de 2008

HOY SERÁN LAS NOCHES BLANCAS DE PARIS

Editorial de Bertrand Delanoë, maire de Paris.

Depuis sept ans, chaque automne, Nuit Blanche illumine Paris. Le rêve s’installe dans la ville le temps d’un rendez-vous nocturne qui rompt les habitudes.

Rendez-vous merveilleux que les Parisiens attendent, et qui aiguise leur curiosité : cette année, où aura-t-il lieu ? Sous quel forme ? Dans quel esprit ?

C’est une promenade sur les toiles et une invitation au voyage que nous proposent les deux directeurs artistiques de la 7e Nuit Blanche, Hervé Chandès et Ronald Chammah. Pour cette édition 2008, les façades parisiennes sont des écrans, les Parisiennes et Parisiens, les gens de passage, les visiteurs d’un soir se font noctambules, acteurs, spectateurs, projectionnistes, déroulant bobines et images animées. 


Dans la nuit, les gares de la ville transformées par des artistes vidéastes, cinéastes, metteurs en scène, deviennent un studio de Bollywood, une scène d’opéra, un studio photo ou une salle de projection. Les moments de création orchestrés par d’immenses artistes internationaux suspendent le va-et-vient pressé des halls et des quais de gare, pour leur substituer le silence et la magie de la création. Dans la nuit, la Tour Saint-Jacques reflète le ciel, la Tour Montparnasse se métamorphose et, l’instant d’une création, des églises abritent l’unité des peuples libres orchestrée par la voix de Patti Smith ou les images de Javier Téllez. 


Dans la nuit, l’art offre une traversée et une découverte de ces totems parisiens, lieux si familiers et pourtant ignorés. L’attention du passant est sollicitée pour que la poésie et l’émotion de Paris résonnent. L’esprit de Nuit Blanche est là, dans ce moment de partage, de liberté, d’audace et d’ouverture.




STEPHEN KING POR UN DEPARTAMENTO DE DIVERSIÓN

Contra la dosis diaria de desastres Un Departamento de Diversión debería alegrar a los norteamericanos, abrumados por el temor al terrorismo internacional

Por Stephen King el Sábado 29 de setiembre de 2007. Para LA NACION -- MAINE

Acabo de tragar mi dosis diaria de desastres de CNN (un ritual matutino, como cepillarme los dientes, solo que peor) y tengo que decirles que las noticias no se ven buenas. Los asuntos del mundo se ven muy mal. Las cosas se han puesto tan complicadas que ni siquiera podemos enterrar a nuestras celebridades ya: las ponemos en un congelador, mientras los abogados se pelean por dinero, ADN, dinero, sitios de entierro y dinero. Lo mejor de la mañana en la televisión por cable a esta altura parecen ser los dibujitos animados. Demasiada gente que uno ve en la calle tiene aspecto de que se le acaba de morir la mamá y alguien le disparó a su cachorrito. El país que inventó Los tres chiflados y elevó el humor de los tortazos a un gran arte se ha convertido en un refugio antibomba emocional, lleno de pesimistas preocupados por el terrorismo y la enfermedad de la vaca loca.

Esto es lo que creo: en vez del Ministerio de Seguridad Interior, lo que necesita EE.UU. -desesperadamente- es un Departamento de Diversión. Nomino a Jon Stewart para que lo dirija, con Lewis Black -el comediante loco más comprador que jamás existió- como director de operaciones. William Shatner puede ser el secretario de prensa y brindar informes desde lugares tan locos como la sede del Dan Blocker Memorial (O Donnell, Texas) o el Termómetro más Alto del Mundo (Baker, California). Estos informes se verían alivianados por números musicales. Imagino a Miami Heat cantando "It s a Small World" (Es un mundo pequeño), mientras hacen malabarismos con enanos, o posiblemente a Condoleezza Rice (con anteojos oscuros que le tapen la cara) descerrajando "Pinetop s Booggie Woogie" (El Booggie Woogie de la punta del pino). Creo que Condoleezza con anteojos que le tapen la cara sería una locura.

Hay cualquier cantidad de cosas que podría hacer el Departamento de Diversión para alegrar a los tristones Estados Unidos. He aquí tres posibilidades patrióticas para empezar. ¿Y después? No hay límite.

SEGURIDAD EN LOS AEROPUERTOS. Todos la odian. ¿Entonces por qué no pagar extra al personal de seguridad para que se disfrace de personajes de Walt Disney? ¿No se sentiría más alegre si Blancanieves le pasara la varita para ver si lleva metales y los Siete Enanitos le dijeran que se quite el calzado? ¿No daría un salto su nivel de comodidad si fuera Goofy el que lo espiara desde la máquina de rayos X? Seguro, estos disfraces serían incómodos para el personal, pero incluso eso alegraría a los viajeros; "Ahí va pavos", pensarían. "Ahora saben cómo nos sentimos nosotros."

NIVEL DE AMENAZA TERRORISTA. Se mantendrían los mismos códigos de colores para indicar el nivel de amenaza terrorista, pero el Departamento de Defensa tendría la tarea de darles un giro más alegre. No solo verde para Amenaza baja , sino verde Giggle (el del logo de René la Rana). Azul Hawai para Precaución. Amarillo meloso para Elevado . Anaranjado Crush para Alto . Y rojo de la nariz del reno Rodolfo para Severo , acompañado en las pantallas de TV por Chuck Berry cantando "Corre Rodolfo, corre". Porque no hay nada como "alguito" de Chuck para levantarle el ánimo a la gente cuando parece que se viene el fin del mundo. Algunos podrían decir que tales colores de nivel de amenaza terrorista son de mal gusto. Puede ser. Nadie dijo que trabajar para el Departamento de Defensa no provocara polémicas. Como Steve Martin observó una vez, la comedia no es bonita. Mi propio punto de vista: cuando las cosas se ponen difíciles, los duros pierden el sentido del buen gusto.

DÍA DEL PAYASO DE WASHINGTON.Todos los miembros de la Cámara Baja y el Senado irán a trabajar con nariz roja, pantalones bolsudos hechos de envoltorio de papel transparente o zapatos enormes. Los votos se deberán anunciar con la corneta que se usa en las canchas. Esto aumentaría el rating del canal oficial, C-SPAN.

Otras posibilidades incluirían el Canal C-SPAN de la diversión, el desfile de misiles del 4 de julio en el jardín de la Casa Blanca, el Día de la Máscara Nixon de la Corte Suprema (todos los jueces disfrazados de Nixon por un día cantarían: "Podríamos declarar inconstitucional la pena de muerte, ¡Pero eso sería equivocado!" ) y el Día del Nado a lo Oso Polar del Gabinete Presidencial (que se haría el Día del Topo). Este acontecimiento (y el desfile de misiles) se transmitirían en vivo en el Canal de la Diversión de C-SPAN.

Estas son solo ideas para empezar. Una que podría gustarle incluso a Fox News la llamo la Recuperación Extrema de Nueva Orleans por parte del Departamento de Diversión (cubierto en TV por ABC, naturalmente). El Departamento de Defensa traería a todos los soldados de regreso a casa desde Irak por un mes y desviaría los fondos de guerra del mes (mis fuentes me indican que la cifra es de exactamente $ 28,7 triquillones) para pintar, arreglar y renovar en general Nueva Orleans. Esto podría darnos la posibilidad de ver cómo les va a los iraquíes cuando los dejamos solos (y sin cobertura de prensa). Lo que es más importante, en el lapso de 30 días no moriría ningún muchacho ni chica de EE.UU. en el desierto y Nueva Orleans se vería como nueva. Eso alegraría no solo a los estadounidenses sino al mundo entero. Supongo que al final de ese mes alguien tendría que tocar la campana para anunciar que se acabó el recreo y comenzaría nuevamente la matanza, pero siempre nos quedaría Nueva Orleans: monumento a la paz, el trabajo en equipo y el Departamento de la Diversión.

Además, el Departamento de Defensa podría usar esos 30 días para realizar otro cambio crucial: todos los generales de los Estados Unidos aparecerán a partir de entonces en las conferencias de prensa en calzas y con alas a lo Campanilla, el hada de Peter Pan.

¿Qué podría ser más alegre que eso? 

Ahora es su turno: nomine a continuación su candidato para el Departamento de Diversión. 

Publicado con el permiso deRalph M. Vicinanza Ltd.
[Traducción: Gabriel Zadunaisky]


viernes, 3 de octubre de 2008

¿POR QUÉ LA POLICÍA ES RACISTA?

Este trabajo me fue enviado desde la Habana por mi amiga Vivian Montane, quien me pidió que por favor, lo subiera al Blog porque le parecía algo interesante para compartir. Yo, ya saben nunca opino en voz alta. ¿Es que acaso no se nota cual es mi posición?
Les dejo con la sugerencia de mi amiga.

Ponencia presentada en el Tercer Taller del Comité Ciudadano por la Integración Racial 

 Autor Manuel Cuesta Morúa

¿Por qué la policía es racista?  

Como decía Cesar Vallejo de algunos escribientes, redacto este texto sudando. Con  esa expresión casi metafórica, Vallejo insinuaba que existían personas que exponían sus ideas desde la pasión, olvidando las reglas aceptadas de la escritura correcta. Era tan vivo, ardiente y sensible el tema sobre el que escribían, que no se detenían ante el diccionario o los manuales de gramática para arreglar la frase según los cánones establecidos por su lengua particular.

Sin embargo, voy a tratar de no atenerme enteramente al sentido de la expresión, porque me parece importante la claridad expositiva en un tema tan visceral como el del racismo en Cuba. Me quedo, eso sí, con la pasión, sin perder la racionalidad, que parece ser el único ángulo desde el que aparece con claridad un problema que todavía se tiende a negar.

El título de este texto, que pretendo ampliar y pulir más adelante, es inequívoco. No pregunto si la policía es racista, sino por qué lo es. Doy por sentado que el programa para enfrentar el “delito” –pongo delito entre comillas por razones que explicaré más adelante– tiene claras pautas racistas y se estructura para el control institucional de un sector que, cultural y sociológicamente, se percibe como contrario al modelo de integración propuesto por el Estado. Pese al discurso del gobierno.

Ahora bien, aunque lo parezca, este texto no es político. Al preguntar el por qué de este hecho, intento hacer una indagación cultural y sociológica que se prolonga a un tiempo muy anterior a los últimos 50 años.   

¿Hasta dónde llegar mirando atrás?

Hasta España, en el siglo XIX, con la figura de Rafael Salillas, un importante médico criminólogo, que en 1888 escribió un libro que hizo época, La Vida Penal en España, y fue fundamental en la obra de Fernando Ortiz. Salillas, un autor básico en el estudio de la picaresca española y en la obra de Cervantes, consideraba a ambas como precursoras de la etnología criminal. Estuvo en Ceuta, a donde fueron llevados en calidad de presos miembros de la entonces proscrita secta Abakúa, a los que interrogó durante sus viajes a esta posesión española del norte de África.  

El trabajo de Salillas se explica por una visión sociológica, que yo comparto, según la cual el hampa constituye el estrato social donde lo humano, lo terriblemente humano se manifiesta al desnudo, por lo cual sirve para comprender, no al hampa en sí misma, sino desde ella al resto de la sociedad y la cultura”, tal y como bien lo expresa Roberto González Echevarría, un cubano profesor de la Universidad Norteamericana de Yale.

Pues bien, Ortiz asume esta perspectiva y la aplica a su estudio de lo que llamó el Hampa afrocubana, título de un libro que publicó en 1906 y en el que se puede leer esta frase:  

“Si en Cuba hubiera una verdadera colonia penitenciaria, el problema (el aislamiento del brujo) estaría casi resuelto, pues en ellas los brujos podrían ser dedicados a trabajos especiales, aislados de las demás categorías”.

Pero en el caso cubano, como también en el brasileño, está visión anidó un “prejuicio” –palabra que también pongo entre comillas por razones que se exponen en un trabajo que presentará una de las miembros del Patronato del CIR– que un autor como el mismo González Echevarría fue capaz de expresar, al referirse, y en el siglo XXI, a los negros que estudió Ortiz en el siglo XX. Asumiendo el lenguaje del primer Ortiz, sin una crítica juiciosa, Echevarría llama a aquellos “submundo afrocubano”.

Ahora bien, para comprender a Ortiz, habría que describir la trayectoria de Salillas y sus implicaciones en Cuba, siguiendo la ruta de Cesare Lombroso, el famoso criminalista italiano del siglo XIX y a quien se debe la invención del término “antropología criminal”.

¿Qué había hecho Lombroso? En su libro Los palimpsestos de las prisiones de 1894, Lombroso recopila durante cuatro años tatuajes y graffiti en cárceles italianas. E iba tras ellos no como escritura exótica sino como archivo ambulante y medio de comunicación en cautiverio. Proceso que convierte al tatuaje y al graffiti en lenguajes secretos. El tatuaje es pues un indicio y un lenguaje que el referido Salillas rastrea en los diferentes presidios de la España del siglo XIX. Y ello lleva al concepto de prevenir, no de curar y al consiguiente desarrollo de la “policía científica”, que encubre a la antropología criminal y que buscaba eliminar todo tipo de sociedades secretas: concebidas como cuna de la delincuencia. Y vista en retrospectiva, esta antropología criminal fue la antesala del fascismo de los años 20 en Italia.

Salillas siguió a Lombroso. Y en su texto fundamental de 1898, Hampa (antropología picaresca), en el que se puede rastrear a Lombroso, se sientan las bases de la antropología afrorománica que inició Ortiz en Cuba, que hace derivar la antropología hacia el lenguaje como fuente para penetrar la criminalidad. El concepto eje de todo esto es el de “degeneración” que describe la última etapa, la del delincuente, después del hombre progresivo, el civilizado; y del hombre retrasado, que era el salvaje en esa visión.

Por eso Ortiz estudia primero a los negros brujos (los ñañigos, el término despectivo de los Abakúas), con su lenguaje secreto. Y la diferencia que sigue es importante. Mientras Lombroso sigue la frenología, que nos dice que los delincuentes responden a un tipo humano anatómico (tamaño específico de la cabeza, del cerebro, grado de inteligencia, orejas, dientes, etc), más los ambientes sociales, Salillas y Ortiz siguen el estudio del lenguaje, que era la otra pata de la criminología de Lombroso, más el ambiente social. La antropología literaria, que daría paso más tarde a la antropología cultural, nace de este modo en la tradición latina. Y mientras Salillas estudia a los pícaros del Lazarillo de Tormes, un texto anónimo del siglo XVI español, y a los guapos de Sevilla, Ortiz se abre paso entre las sociedades secretas de La Habana, concretamente del municipio de Regla, inaugurando para siempre, sin pretenderlo, una antropología criminal fundada en los rasgos culturales de los negros. A partir de entonces, todo lenguaje que no se entienda, oculto o secreto, es culturalmente sospechoso de criminalidad.

Lombroso está siempre presente, no obstante, porque establece rasgos específicos que encasillan al criminal. Tipo anatómico o tipo cultural funcionan del mismo modo para clasificar a determinadas categorías sociales o culturales dentro de una fatalidad criminal.

Es interesante que la protesta contra este tipo de criminología, que al finalizar el siglo XIX iba perdiendo influencia, proviniera de un escritor polaco-británico, Joseph Conrad, de una manera y con una argumentación que viene siendo retomada por criminólogos importantes en este siglo XXI como es el caso del noruego Nils Christie.

Escuchemos a Conrad: y cito in extenso:

“Lombroso es un burro… ¿Has visto alguna vez a un idiota semejante? Para él, el delincuente es el preso. Simple, ¿no? ¿Y qué hay de los que lo encerraron  –de los que lo forzaron a estar allí. Eso. Que lo forzaron a entrar allí. ¿Y qué es el delito? ¿Lo sabe acaso ese imbécil, que se ha abierto camino en este mundo de tontos hartados mirando orejas y dientes de un montón de pobres diablos y desgraciados? ¿Las orejas (el color de la piel digo yo) y los dientes señalan al delincuente? ¿De veras? ¿Y qué hay de la ley que lo señala aún más –ese instrumento que lo marca a fuego y que inventaron los sobrealimentados para protegerse de los hambrientos?...”

Pero las limitaciones de esta criminología quedaron expuestas con el paso del tiempo. Y el lenguaje de los reales y supuestos marginales, que era leído como la envoltura semántica del delito, volvió a  ser lo que siempre había sido: un indicador del estado de la lengua en determinadas épocas. Ortiz salta de la criminología a la cultura.

Este desarrollo se produjo también en un lugar como Brasil, donde un eminente antropólogo, Nina Rodrigues, originalmente médico, empezó sus andanzas por la antropología criminal en la vía de Lombroso. Rodrigues escribió en 1894 un libro titulado La responsabilidad penal de los negros, conectando con las limitaciones racistas de la época. Pero como Ortiz, zarpó hacia otras tierras más promisorias y es responsable en Brasil de la fuerte impronta del sincretismo que llevó incorporar, en fechas bastante tempranas, la conciencia de lo africano en la conformación de la nación. Suerte que no tuvo Ortiz en Cuba, donde la nación pretendió y sigue pretendiendo ser un producto del Estado, no de la cultura.

Pero si los creadores del “prejuicio” abandonaron el mal camino, no se percataron de que habían fundado un paradigma, un arquetipo, una referencia, un dogma, una caracterización –me gustaría que fijaran este último concepto– que penetró en la sociedad y la atrapó, como el fuego a la paja, hasta nuestros días.

Es interesante notar que en el caso del brasileño, la conversión, el abandono del camino, provino de la conmoción que a fines del siglo XIX ocurrió en Bahía, una ciudad-Estado brasileña, provocada por una ola de violencia que sacudió a los cultos de origen africano, y que, para asombro y disgusto de la prensa, revelaba la presencia de muchos blancos participando en los sacrificios y prácticas vedadas por la iglesia católica.  La pregunta oculta de Nina Rodrigues podía haber sido: ¿hay tipos humanos criminales?

De la Trilogía de los Negros que escribió Ortiz, el más influyente en Cuba, en la elite, desde el punto de vista cultural, ha sido sin dudas Hampa afro-cubana, publicado en 1906. Ni Los negros esclavos, escrito en 1916, ni Los negros curros, publicado en 1986 mucho después de muerto Ortiz, han ejercido la influencia de aquel primer texto sobre el modo de pensar de los cubanos. Cierto es que la transculturación ha sido el concepto más feliz que ha recorrido nuestro pensamiento cultural, después de aparecido…, pero este concepto no ha podido barrer el influjo del primero, menos conocido o popularizado. Y Hampa afro-cubana, refleja los escritos de Ortiz, de 1904, publicados en los Archivos de Psiquiatría, una revista fundada por el referido Lombroso.   

Recordemos que en ese primer libro, Ortiz hace referencia al crimen de la niña blanca Zoila, supuestamente a manos de un brujo negro, el congo Bocú, lo que le permite describir y exponer “científicamente” qué es un delito negro. Ocurrido en 1904, este fue un crimen que pasmó a la sociedad habanera. Y aunque nunca se pudo demostrar la supuesta autoría conga, sirvió para insertarlo en un ritual que explicaba el crimen como la reparación de un daño hecho en tiempos de la esclavitud. Se decía entonces que, siguiendo algún rito africano de la fecundidad, la mujer estéril que comiera el corazón de una niña blanca, podría concebir hijos. De ahí la necesidad que veía Ortiz de prohibir la brujería, como modo de desafricanizar Cuba, lo mismo que pretendía Nina Rodrigues para el Brasil.   

Recordemos que Ortiz y Nina evolucionaron, abandonando toda pretensión científica de explicar un tipo de delito negro. Pero la cultura, entendida como las significaciones simbólicas dominantes que sirven de base crítica a la convivencia social, invirtió los términos y dijo que si bien Lombroso no tenía razón, es decir, que no se puede justificar científicamente el delito negro, si se puede afirmar que el negro es para el delito. Por eso cuando Ortiz concibe e introduce el término afrocubano, por el cual es considerado el tercer descubridor de Cuba, después de Cristóbal Colón y Alejandro de Humboldt, la cultura dominante le dice que no, que en Cuba solo existe el cubano –más que negro, más que blanco, más que mulato, al decir de José Martí– escamoteando y confinando al afrocubano, sin embargo, en la cárcel y en la marginalidad social.

El negro para el delito sustituye al delito negro en la imaginación y simbología nacional. Y nadie ha logrado sacarlo de ahí.

Y el ñañigo es el matón por excelencia. En 1908, Rafael Roche, un inspector de policía, catapultó a los abakúas a la categoría de matones por excelencia. Roche le da impulso a la antropología criminal o a la criminología literaria que intenta reconocer el crimen por el tatuaje y el lenguaje. ¿Qué significa ñanigo? Según Ortiz, ñaña más ngo, una voz conga, significa leopardo misterioso, maldito, mágico.

Es importante recordar que la mala reputación de los abakúas venía de la época de la abolición de la esclavitud, en que fueron hechos responsables de una diversidad de crímenes. Y fue el propio Roche quien desprestigió al ñañiguismo por haber sido él mismo iniciado en el misterio de los abakúas y querer violarlo a costa de sus ecobios o hermanos de culto. De hecho, muchos informantes achacaban la ola de horror desatada en torno a los ñañigos a la entrada de blancos dentro de las potencias, el primero de los cuales fue el legendario Andrés Petit, en 1857.

Esta petrificación del negro dentro del delito o de las situaciones delictuosas cuenta hoy por tanto con el mejor aliado: los fundamentos de la cultura. Uso el término cultura en su acepción antropológica: las significaciones simbólicas dominantes que sirven de base a la convivencia social. Traducido al cubano, esto significa lo siguiente: los “prejuicios” que todos tenemos metido en la cabeza, reproducidos constantemente, como el comejen en una madera podrida, y que pasan de generación en generación.

En el nivel cultural, no hay manera de evitar que las personas se lleven la mano a la cartera cuando ven venir a la negrada, como dijo alguna vez un altísimo funcionario cubano, o a un hato de negros como le escuche decir a una negra un día cualquiera en esta ciudad. 

Visto así, se simplifica el proceso de doble institucionalización actual del racismo en la policía: como hábito cultural: la tendencia natural a interpelar a un negro en la calle es vista como normal y es banalizada por la sociedad, y como diseño institucional: la profilaxis programada del posible delito, que en la criminología científica cubana se llama caracterización policial y que, como toda criminología que se basa en la ciencia, intenta siempre prevenir ante la posibilidad de un hecho delictuoso.

Debo decirles que personalmente he hecho mi pequeño trabajo antropológico para asegurarme bien, antes de afirmar, como afirmo, que en Cuba existe el racismo institucionalizado a través de la policía.

Este pequeño trabajo de campo lo realicé en el 2005 cuando me “hice” detener en tres ocasiones por la policía. No por la Seguridad del Estado, sino por la policía encargada del orden ciudadano. Decir que me “hice” detener no significa que cometí algún delito. Significa que me negué en tales ocasiones a convalidar una práctica policial que no tiene respaldo legal y que consiste en pedirle el carné de identidad a cualquier ciudadano en la calle, sin que este haya cometido delito o sea sospechoso de haberlo cometido.

El procedimiento, simple, en este trabajo de campo es el siguiente: un policía te pide el carné de identidad tras una pequeña observación a distancia, –mientras más subjetiva mejor–, que le dice que probablemente usted viene o se encamina a la comisión de un delito. El pedido puede ser respetuoso o arrogante, pero la diferencia solo importa aquí para distinguir un tipo de tratamiento que, respetuosa o arrogantemente, le considera como un posible delincuente, obligado a demostrar que no lo es. Tras este lance, viene la reacción, que es negarse a entregar el carné de identidad, al mismo tiempo que se preguntan las razones del por qué de semejante interrupción policial de la marcha, y se explican las razones de por qué no se está obligado a entregar el carné sin previa especificación de causas.

El resultado de este proceso es variado, pero casi siempre oscila entre estas tres posibilidades: o el policía le deja continuar la marcha, convencido de que usted no es un posible delincuente porque conoce de leyes –posibilidad remota que no te permite obtener mucha información de campo–, o el policía se molesta y le conduce a la estación por desacato con un decreto-ley desconectado de la ley –y es esta la posibilidad más común, en la que uno obtiene información por observación visual, al llegar a la estación de policía y ver que la mayoría de los detenidos son negros–, o, finalmente, el policía intercambia con el interpelado, aunque lo conduzca o no a la estación, –eso depende de otras circunstancias–, y se le puede extraer entonces, mediante la observación-participante, como la llamó Bronislaw Malinowski, el famoso antropólogo polaco-británico, la información concreta sobre las razones de la interpelación policial: y estas siempre terminan en la famosa caracterización.   

¿Qué es la caracterización? Confieso que no he podido conseguir un texto, si existe, donde se explique qué se entiende por caracterización policial. Pero el texto no es fundamental, porque a efectos puramente antropológicos, el lenguaje oral es tan o más importante que cualquier cosa escrita. Sobre todo en Cuba. De manera que, a partir de preguntas a otros detenidos, de escuchar la radio transmisión interpolicial, de la observación meramente visual y de la confesión de parte, podríamos definir la caracterización policial así: persona de tez negra, básicamente hombre, de entre 18 y 40 años, –aunque dice el mito que a los negros no se le ve la edad–, de caminar estrafalario tipo andaluz, es decir de mucho vaivén en los brazos y ligeramente inclinado hacia los lados, con mochila y casi siempre en compañía de otros, sin son negros peor, y que gusta de andar en la calle a altas horas de la noche por lugares en penumbra o en tumultos festivos.  

Esta caracterización tiene, como he tratado de demostrar, un sustento cultural, lo que facilita su férrea aplicación cuando se codifica en un diseño institucional como es el de la acción definida para los cuerpos policiales de todo el país. De hecho, la planta cultural hace innecesario el papel, la escritura, porque la función del texto es lograr, a través de la lectura, la incorporación de un saber, de una información o de un procedimiento que no se domina. Y esta actitud ya está incorporada en las conductas de los cubanos por el saber cultural, en el sentido de sabiduría, que como sabemos no requiere de libros.

De más está decir que la caracterización policial actúa en términos psicológicos como profecía autocumplida, donde ocurre exactamente lo que se ve de antemano, y como pensamiento desiderativo, donde los hechos suceden después de haberlos atraídos tanto con el pensamiento. Y como son muchos los policías, pues hay muchos negros presos o que ahora mismo están siendo interpelados en cualquier punto o rincón del país.

Ello conlleva a lo que alguien llamó el vértigo del vientre. Debo decir que este concepto se lo he robado realmente al trabajo que hacía referencia, que será presentado en este taller, y que trata sobre racismo lingüístico o racismo popular, a través de la copiosidad de frases racistas que inundan el lenguaje comunicacional de los cubanos; dicen algunos que jugando o como simple efecto del rezago del pasado. Bueno, prosiguiendo, podemos definir al vértigo del vientre como la fatal atracción a la que se abisma el negro cada vez que se remite su actitud a la simple condición de haber nacido de un vientre negro. Un concepto circular que refleja la circularidad del negro definida por una antropología criminal heredada. 

Y esto se ve mejor y más claro en el caso del delito. Semejante círculo vicioso fractura a la sociedad. Si cubano es más que blanco, más que negro, más que mulato, cabe preguntarse por qué no es así con la entrada en escena del código penal y de los procedimientos institucionalizados de la policía.

Debo confesar que en las últimas semanas he visto a algunos policías interpelando a los ciudadanos, independientemente del color de la piel. No lo considero desde luego un progreso porque en el fondo lo que está en juego es la combinación de la cultura heredada y las condiciones sociales en las que se vive, y estas marginan más a los negros, y porque al tiempo que el debate social y cultural sobre el problema del racismo, hace falta  una discusión misma del concepto de delito, históricamente asociado a los negros en Cuba, pero que afecta en su fácil disponibilidad a todos los cubanos. Y el concepto del delito no es poca cosa porque refleja cómo una sociedad ve a los demás y se ve a sí misma. Es un eje estructurante de la vida civil y de la cultura.   

Y hoy por hoy casi todo es delito en Cuba, precisamente cuando importantes estudiosos de la sociedad están contestando el concepto mismo de delito.

Mencioné anteriormente al sociólogo noruego Nils Christie. Desde la sociología y en el siglo XXI, este coincide con el escritor Joseph Conrad casi un siglo después. Nils ha escrito varias trabajos, a partir de sesudos estudios, en los que afirma que el delito no existe, que es algo construido por los poderosos para protegerse de la sociedad, no para protegerla precisamente; donde afirma que las prisiones no deben existir porque no son más que escuelas para el delito, y donde dice cosas valiosísimas para una sociología y antropología profundas que realmente tomen en serio el destino de la persona humana. Ideas controversiales pero de futuro. Y una de sus constataciones me impacta por su claridad.

Dice Nils: “lo que se hace con las personas que se identifica como delincuentes indica el tipo de sociedad que se tiene”. Se entenderá mejor entonces por qué afirmo que la policía en Cuba es, simplemente, racista.      

jueves, 2 de octubre de 2008

CRISIS DEL ACCESO A LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN

Estos son los ajustes del sistema.
Ya se está aprendiendo a decir, aún sin que nadie te escuche.
Ahora hay que aprender a seguir, porque nadie tiene por qué escucharte. 
Los dejo con la radiografía de una crisis en las personas, más que en las herramientas.
Ya saben... yo nunca opino sobre nada. 
Es mi opción provocativa; 
Es mi esencia delictiva democrática. No sigo las leyes establecidas por? 
No se apuren, que ya seré sancionada.
laveitía
 
Polémica vecina

Lo que estuvo en crisis en el día de hoy no fue una amistad; tampoco un sistema de egos frágiles, más frágiles aún por la condición de exilio del contexto donde se produce. Lo que está en crisis no es una lealtad finalmente reparable, porque en una sensibilidad leve como la cubana todo se olvida. No quedaron crímenes por el medio, ni prisiones largas, ni cuantiosos intereses perjudicados... Solo el orgullo. Como pasa siempre tratándose de cubanos, todos nos peleamos por un tiempo. Pero después volvemos. Solo es cuestión de dejar fluir.

Lo que realmente está en crisis son los blogs cubanos. Tampoco por falta de talento sino por debilidad de objeto, por la carencia de seriedad de una política que ni aporta noticias, ni exige soluciones, ni genera enigmas interesantes. Cuba y sus exilios, finalmente, tampoco son insoportables: se puede ir tirando en cualquiera de las instancias. No hay imaginación, ni siquiera genio capaz de superar con decencia la mediocridad civil en que ha caído el ambiente cubano. Un estadio probablemente irreversible. Por eso nadie tiene qué postear, ni qué artículo escribir, ni en qué polémica brillar o idea en que sumergirse. Se entiende también: después de medio siglo de inercia, los escritores, linkers, blogueros y comentaristas cubanos estamos ansiosos por una salida práctica; por un algo que dar que rebase la escritura. Es por eso que los blogs cubanos ya no emulan a “Granma” o “La Jiribilla” sino a la vieja revista “Opina” o a “Cartelera”. Y es por eso también que en lugar de emular a la estúpida ideología castrista, estemos emulando a la Cruz Roja, a las Hermanas de la Caridad, a los gobiernos y parlamentos constituidos. Todos queremos salvar a alguien para estar tranquilos: menos por ellos que por nosotros mismos. Así, finalmente, hemos superado el marxismo. Pero hacia atrás: estamos regresando al socialismo utópico, al cartismo e incluso al luddismo.

Los blogs se hacen más sensibles y ofensivos (o tontos) con toda razón, porque no estamos posteando ideas sino sentimientos, demandas, frustraciones… No estamos pensando sino exigiendo, militando. Cartas, entrevistas inconexas, halagos y acusaciones, auto elogios, avisos impúdicos de la vida privada de la gente… Hace unos meses, cuando algunos blogs cubanos conocidos como “Estancia Cubana” o “Los Miquis de Miami” desaparecieron, sus lectores y autores lo explicaron a partir de ciertos eventos personales. Pero eso fue entonces. Hoy lo vemos claramente: era el aviso de esta crisis de saber, de sentido, de método que tiene a la cultura cubana (electrónica y tradicional) varada en un estado de mediocridad muy peligroso.

Muchas de las cosas que se han dicho en cierta polémica vecina sobre el Editor de este espacio son ciertas. Tienen que serlo, porque por las señas dadas por los autores de algunos post tienen que haber sido personas que alguna vez estuvieron muy cerca. Incluso en la misma aula, en la misma biblioteca, en la misma casa y vaya usted a saber si hasta en el mismo cuarto. Se les nota. Pero así es. Así son las cosas. Solo queda aguantar y seguir adelante. Ahora, esperemos por lo que diga el Senado y, si Dios quiere, a que llegue mañana.

miércoles, 1 de octubre de 2008

"PROGRESO E INFORMACIÓN, CIENCIA Y PUBLICIDAD

Por Felipe Romero en Convergencia

Poniéndonos valientes vamos a hablar de algunas nimiedades: la concepción de progreso,  la información, el conocimiento y su circulación, para después abordarlo en relación a la ciencia y la publicidad, y todo ello procurando no pasarnos en exceso de duración. A ver qué tal sale, aunque los riesgos de no decir nada más que obviedades, de que lo que se diga no tenga sentido,  de no llegar a ningún lado, o de que no se entienda tampoco nada, son altos

Centrémonos primero en la difusión y distribución de información. Desde una perspectiva reduccionista, podría decirse que somos cuerpos parlantes: el qué decimos, el qué se dice y, por supuesto el cómo, sería discurso social que cada individuo recoge y redistribuye, quizás reformulándolo. El discurso social se interioriza a través de las instancias socializadores (escuela, Iglesia,...), eso que ha venido llamándose tradición, o quizás sentido común, y se distribuye (y redistribuye, y redistribuye, y redistribuye,..., hasta la saturación) desde los medios de comunicación, y se modifica o renueva (ligeramente, al menos), desde todos aquellos ámbitos que introducen una completa o relativa innovación (innovaciones en productos o servicios, que se introducen en el discurso mediante la publicidad) o conocimiento (ciencia, intelectuales, vanguardias artísticas,..). El progreso, si somos optimistas, quizás solo el cambio, vendría del ritmo en que se "inyecta" nuevo discurso. 

Pasemos ahora a la acumulación de información. Se dice que la historia arranca cuando se acumula información: la oralidad no permite la acumulación, de forma que los descubrimientos y aprendizajes con frecuencia se pierden entre generaciones. El nacimiento y generalización de la escritura, y su difusión impresa, serían los aceleradores clave de la acumulación del conocimiento, y con ello del progreso y la propia historia. Pensando en el momento actual, desde una perspectiva ingenua, podría pensarse que la enorme disponibilidad de información se traducirá inmediatamente en conocimiento y en progreso. 

Desde una perspectiva crítica, ya se ha venido indicando que la proliferación de fuentes de información, sin el adecuado criterio crítico, imposibilita su procesamiento: más información no desemboca en conocimiento, genera desorientación y dificulta el progreso. Y, desde una perspectiva apocalíptica, se ha  llegado a señalar que la abundancia de información y, sobre todo, la aceleración de su consumo, genera una dinámica tan acelerada que impide la comprensión de los fenómenos que narran-describen y con ello la toma de decisiones, nos dejan anclados al presente y e impiden el avance: un fin de la historia, no por muerte de las ideologías, sino por sobreabundancia de información.

La convivencia de estos diferentes pronósticos se sustenta, entre otros motivos (el fundamental, a mi juicio, el grado de optimismo antropológico del que dispongamos cada uno), en la existencia de diferentes ámbitos desde los que se hace circular discurso social y desde los que se "inyecta" nuevo discurso. Es decir, es posible que deban matizarse en función de la naturaleza de la información y su difusor: dejemos de un lado a los medios de comunicación, protagonistas centrales, y centrémonos en otros dos "generadores"-"difusores" de "discurso social", la publicidad y la ciencia, que tienen trayectorias propias.

Por el lado de la ciencia, la estructuación de la difusión alrededor de revistas científicas, acotada en términos de público, con sus grados de relevancia científica, cómites evaluadores,..., garantiza una función de filtrado y evaluación que la mantiene relativamente al margen del impacto de la multiplicación de soportes y emisores. Así, dispone de mecanismos para establecer sobre qué seguir construyendo, qué conocimiento ha resultado útil, y qué hipótesis se pueden descartar (si adoptamos una posición  ingenua alrededor de la filosofía de la ciencia). La cuestión central reside no tanto en los mecanismos internos de validación del conocimiento dentro de los diferentes campos científicos como en la difusión y "permeabilidad" del conjunto de la población: el acceso directo a las fuentes y la democratización-popularización que podría venir de la mano de un esfuerzo de divulgación deberían acercar la ciencia al conjunto de la población

Sin embargo, este esfuerzo parece secundario frente a una dinámica que dificulta ese acercamiento: el posicionamiento en buscadores, la "redacción" de la Wikipedia,..., se convierten en "campos de batalla" dónde las hipótesis "perdedoras", las teorías descartadas, los  lobbies de presión encuentran la posibilidad de obtener notoriedad, visibilidad y credibilidad no entre los científicos pero sí entre la población general. La posibilidad de que la ciencia permee en el conocimiento cotidiano y se enfrente a la tradición y a los intereses habría quedado dificultada por la proliferación de fuentes, su supuesta "democratización" y por el modo en que los lobbies y thinks-tanks tratan de instrumentalizar u obstruir la comunicación entre ciencia y conocimiento común.

Pensamos ahora en la publicidad, motor decisivo del cambio social, que introduce productos y servicios novedosos, normaliza según los intereses del anunciante modelos de comportamientos que son tan solo tendenciales, ridiculiza actitudes tradicionales para abrir paso a nuevas pautas de consumo... Particularmente estudiado ha sido el nacimiento de la sociedad de consumo en EEUU, cuando los "evangelistas" de la publicidad declaraban explícitamente que su rol era  sustituir unos hábitos de acumulación y ahorro, autoconsumo y respeto de los espacios privados, hábitos que eran un freno al protagonismo central del mercado como herramienta de satisfacción de todo tipo de necesidades creando la "norma del consumo de masas". También es un caso ejemplar el español, donde en el desarrollismo de los 60´s la publicidad jugó un papel decisivo en la aparición de nuevos modelos sociales.

La inyección de mensajes de la publicidad se basa, necesariamente, en un cuidado equilibrio entre olvido y recuerdo: cada nueva campaña de publicidad se apoya en lo que el consumidor ya sabe de un producto, de una marca,..., pero también en la necesidad de que determinados mensajes de las campañas anteriores se han perdido. Por ejemplo, en algunos productos como los automóviles de los 80´s, e incluso de productos alimentarios, los spots presentaban las instalaciones de las fábricas, tratando de asociar su producto a valores de seguridad, respaldo tecnológico e incluso modernidad (cuando la industria aún se asociaba a desarrollo, al menos en España).

Si esa vinculación quedase anclada en la memoria, las campañas actuales de "consumo ecológico" serían escasamente verosímiles (si es que lo son), y los publicitarios deberían "aminorar" su ritmo de introducción de nuevos atributos, con lo que la publicidad se volvería enormemente reiterativa (más de lo que es). En este sentido, la web, que es un espacio dónde opera ya cualquier campaña publicitaria de cierta ambición, opera como "fosilizador" de lo relevante: cuando una campaña de comunicación funciona (es decir, se convierte en munición social, en objeto conversacional), o cuando se produce la crisis de una marca, los internautas otorgan relevancia a un site, a un contenido, ..., enlazándolo, comentándolo, visitándolo... lo que a su vez es premiado por los algoritmos de los buscadores, de forma que se convertirá en la primera salida cuando un usuario quiera conocer alrededor de esa marca, de ese producto. 

La conclusión es que cuando una campaña de publicidad resulte exitosa, o cuando una marca sufra una crisis, su impacto perdurará en la web, mucho más allá de lo que podría ocurrir en el caso de nuestra memoria natural: la crisis de una marca no se "limpiará" recurriendo, como sucede en el entorno offline, a invertir cantidades astronómicas en televisión, marquesinas...

 Un ejemplo es el de Mercadona: durante 2006 la CNT realizó una huelga en su centro de distribución, la huelga de mayor duración en Cataluña desde la década de los 30. Como el impacto en los medios de comunicación masivos era mínimo, los huelguistas desplazaron sus acciones de comunicación a los medios sociales de la web. Así, "colonizaron" Flickr, Youtube,TechnoratiGoogle (donde aparece "Mercadona Abusa" como tercer resultado, pese a la reciente proliferación de sites de Mercadona) ... de forma que quien introduzca hoy, más de dos años después de la huelga, el término Mercadona en ellas se encontrará contenidos generados por los trabajadores: este fenómeno no solo nos indica un relativo reequilibrio en la relación entre marcas y consumidores, entre empresas y ciudadanos, sino que nos muestra la permanencia de una crisis, o de un éxito, en esa memoria colectiva que acaba por ser la web. 

Cualquier nueva acción de comunicación que lance Mercadona debe considerar que no tendrá lugar en el vacío, sino que se enfrenta a un recuerdo cristalizado. Pensemos ahora en el caso de Red Bull, bebida energética que ha pretendido y logrado vincularse a los deportes extremos: si en algún momento tratase de desvincularse y optar por otro posicionamiento, tendrá la dificultad de que la relación no está en sus manos (sino en la de los usuarios que han establecido esa relación en sus posts, sus fotos en flickr,..), y en que esa relación ya está establecida y no será tan frágil como la memoria humana. 

Así, es posible que tienda a optarse por no realizar planteamientos que rompan con lo ya construido, de forma que se vuelva más conservadora. La conclusión sería que la publicidad, las marcas, en el entorno web, tiene más riesgo de quedar aprisionada en el éxito de sus propias creaciones, de tener que respetar lo dicho, en vez de reinventarse y por tanto de poder generar cambio e innovación.  

Ahora bien, la evaluación final de si estos fenómenos afectan o no al "progreso", concepto dotado de una enorme carga ideológica, me temo que dependerá del optimismo de cada lector.


martes, 30 de septiembre de 2008

ANTROPOLOGÍA TECNOLÓGICA



¿Por qué los estonianos y sudcoreanos profesan un amor desmedido por los teléfonos móviles, los ordenadores e Internet? 

Con el anterior cuestionamiento Dawn Nafus, antropóloga de Intel, y un equipo de estudiosos realizaron una investigación que parte de un estudio de caso entre Corea del Sur y Estonia. El objetivo fue develar los lazos ocultos entre la heterogénea constitución que presentan ambas naciones y el similar índice de adopción tecnológica.

La naturaleza del estudio condujo a construir un Índice de metabolismo tecnológico (Technology Metabolism Index), es decir, una cartografía que ilustra el potencial de adaptabilidad de las naciones a las nuevas tecnologías (telefonía móvil, ordenadores e Internet). 

Lo anterior permite observar una sorpresiva correlación entre la riqueza de un pais y dicha adaptabilidad. Así, los Estados Unidos presentan un nivel de adptabilidad tecnológica bajo en contraste con su elevado nivel de riqueza.

Los colores más vivos representan a los paises más abiertos a la tecnología; con tonos grisáceos las naciones donde la adopción es menos fuerte.

En lo que concierne a Corea del Sur y Estonia, ambos con un acelerado ritmo de adaptabilidad tecnológica, el equipo de expertos encontró que ambos paises poseen gobiernos ágiles, fuertes redes sociales offline y, principalmente, un considerable trastorno en la memoria colectiva (transicion al comunismo y la Guerra de Corea), lo que hace suponer que la agitación representa un factor importante en la adopción de tecnologías disruptivas.

Para la autora el hallazgo del estudio posibilita la apertura de nuevos mercados al señalar qué paises son más propensos a recibir y asimilar ciertas tecnologías: "Ya no estamos limitados a los mercados maduros y mercados emergentes", afirma Nafus en referencia a la compañia fabricante de microprocesadores para la cual labora.

Otra aspecto relevante de la investigación es el tocante al desfase tecnológico. Si bien el problema de la riqueza económica resulta fundamental en esta discusión los resultados del estudio hacen notar que el problema vas más allá del aspecto meramente cuantitativo.

lunes, 29 de septiembre de 2008

CÓMO HACER UNA TESIS. UMBERTO ECO

[Descarga del día] ¿Cómo se hace una tesis? Umberto Eco

No cabe duda que una de las principales lagunas de todo proto-investigador al momento de emprender una investigación científica consiste en el desconocimiento de una correcta metodología, en otras palabras, "aprender a poner orden en la propias ideas y a ordenar los datos".

¿Cómo se hace una tesis? Técnicas y procedimientos de estudio, investigación y escritura es un libro clásico escrito por el filósofo italiano Umberto Eco el cual nos lleva de la mano a la hora de preparar la redacción de una tesis de investigación. La obra nos brinda útiles recomendaciones sobre la elección del tema, la búsqueda de material, el plan de trabajo, los plazos, y finalmente la redacción.

En fin, un libro de referencia obligada que no debe de faltar en nuestra biblioteca digital.

LA CULTURA DESPUÉS DE LA PIRATERÍA

tomado de La cultura como laboratorio

Brasil es un país que casi se ha quedado sin industria del disco. La primera multinacional del sector, Sony BMG, editó el año pasado sólo 13 títulos de autores brasileños, en un mercado de más de 180 millones de habitantes. Pero el negocio de la música brasileña en Brasil goza de un excelente estado de salud; sencllamente, se ha mudado a otro lugar.

Servicios como Trama Virtual distribuyen la producción de más de 50.000 artistas que ofrecen su música de manera gratuita y son remunerados por medio de la publicidad. Ignorados por las compañías tradicionales, las generaciones más recientes de músicos cariocas han podido crecer y encontrar a su público gracias a este portal que ha conseguido éxitos estratégicos para su modelo como catapultar a la élite de la escena independiente internacional a Cansei de Ser Sexy (CSS), uno de los múltiples grupos que han colgado allí sus temas.

 Pero más allá de la Red, en las calles surgen estilos y escuelas que renuncian desde el primer día a seguir las pautas tradicionales del negocio del disco. Sonidos electrónicos agresivos como el Baile Funken Rio de Janeiro, popularizado en el resto del mundo por artistas extranjeros como Diplo o M.I.A, y bandas locales como Bonde Do Role. O su último sucesor, el Tecnobrega.

En el estado de Pará, al norte de Brasil, elTecnobrega -cuyos orígenes se explican en el interesante documental gratuito Good Copy, Bad Copy- es tan popular que cada año se editan más de cuatrocientos CDs y 100 DVDs de esta clase de música. Pero ninguno llega a las tiendas de discos; los productores han preferido alcanzar acuerdos con las redes de "manteros" que venden copias ilegales de los grandes lanzamientos internacionales.

Los músicos les ceden sus discos gratuitamente y permiten que se quedan con el precio integro de la venta. A cambio, los vendedores se convierten en la red de promoción de estos artistas, que luego recuperan con creces la inversión actuando en grandes fiestas soundsystem en las que llegan a juntarse hasta 15.000 personas. 

Los fans de los artistas de Tecnobrega pueden comprar directamente los discos a sus grupos favoritos, pero sólo en sus conciertos y fiestas. Allí se venden ediciones de lujo a mayor precio, mucho más vistosas y completas que las que hacen circular los vendedores callejeros. Son dos mercados distintos, que en vez de estorbarse se complementan, y que generan ya una economía millonaria a la que las discográficas no tienen acceso.

¿Le salen las cuentas a los músicos? Al menos a Banda Calypso sí. El grupo más popular de Brasil en estos momentos llena estadios mientras rechaza sistematicamente las ofertas de las multinacionales, convencidos de que este modelo les resulta más rentable.

Nollywood, la otra meca del cine 

Mientras tanto, en el otro lado del Atlántico se encuentra la única industria del cine que ha crecido exponencialmente durante la última década: la nigeriana. En este país africano se rueda 1200 películas al año, trescientas más que en la India y casí el doble que en Estados Unidos. Y ninguna se estrena en los cines.

Todo empezó en 1992 según la versión más aceptada de la historia, por accidente. Un mayorista llamado Kenneth Nnebue no sabía como deshacerse de una gran partida de cintas vírgenes VHS que había comprado a un fabricante en Taiwan. Pensando que quizás podría librarse de ellas más facilmente si no estuviesen vacías, se decidió a producir una película, Living in Bondage. Contra todo pronóstico vendió más de 750.000 copias, y animó a muchos otros a hacer lo mismo.

Hoy en día, las películas producidas en video digital y rodadas en casas, comercios y otros espacios cotidianos -En Nollywood no tienen platós ni estudios- superan en popularidad en su país y en buena parte de Africa a las producciones norteamericanas.

La industria del cine de Nigeria emplea a más de un millón de personas y se ha convertido en el segundo sector del país tras la agricultura. Todas las semanas llegan a los mercados de Lagos y otras capitales unas treinta películas nuevas, copiadas en DVDs y video-CDs reproducibles en ordenadores. Una cinta de éxito moderado puede vender unas 50.000 copias, mientras que un gran éxito llega a los varios cientos de miles.

A dos dólares por disco, Nollywood se ha convertido en una industria de entre doscientos y trescientos millones de dólares al año. Probablemente no hay ninguna cinematografía europea que goce de tan buena salud.