
Los topos
Por Félix Bruzzone
La provocación
Este es un regalo de fin de año para mi amiga Maylen...
Ella entenderá todo lo que quiero decirle.
Y todo el que entienda que también le digo algo pues... ¡Bienvenidos!
Porque no hay de otra: hay que saber que se puede y querer que se pueda, quitarse los miedos, sacarlos afuera...
Santiago Kovadloff
Para LA NACION
El pensador, de Rodin, podrá verse, a partir del próximo otoño, en la escalinata del Congreso Nacional, tras los incontables días en que estuvo expuesto al frenesí de los vándalos en la plaza Lorea. Allí, el desdén habitual por la preservación de muchos de nuestros bienes comunes dejó caer sobre su figura todos los descuidos imaginables.
Entregada al abandono, esa espléndida creación más que centenaria ha recuperado, gracias a la difusión que alcanzó su envilecimiento, la perdida notoriedad de que gozó en el pasado. A ello han contribuido (y hay que agradecerlo) los legisladores de la ciudad de Buenos Aires que se empeñaron en convertir en ley la obligación de restituirle a El pensador, de Rodin, la dignidad que le había sido arrebatada, pues fue reubicado donde se supone que ya no podrá alcanzarlo el desprecio.
Mediante El pensador , Auguste Rodin ha querido celebrar exactamente lo contrario de cuanto alentó los ataques que ha venido sufriendo su obra: el afán de comprensión, la subordinación del impulso al esfuerzo reflexivo, el espíritu crítico y la creación de ideas. Creo, sin embargo, que quienes a lo largo de tanto tiempo arremetieron contra esta figura emblemática no lo hicieron con la intención premeditada de vulnerar lo que la estatua simboliza, porque para eso habría que saber, de algún modo, lo que ella simboliza. Me parece, más bien, que lo que se propusieron fue algo infinitamente más elemental, más primitivo y espontáneo: imprimir en esa "cosa" que se erguía ante ellos, sin significación discernible, el sello de su pobre paso por el mundo. Y eso, de la misma forma en que el animal impregna con su orina los sitios en los que el instinto le exige imponer su soberanía territorial.
En nuestro caso, la orina son los esmaltes que embadurnan la obra y una inscripción en su base que dice "El Pollo", para que ninguna duda quepa acerca de las alturas a las que se elevan las aspiraciones de identidad de su autor.
Pues bien: con sus heridas sanadas y su esplendor recuperado, El pensador, de Rodin, ocupará, por fin, el lugar al que estaba originalmente asignado cuando la pieza le fue encargada al artista francés. Pero no nos equivoquemos. Allí, en la escalinata del Congreso, nuevos riesgos acecharán a El pensador mientras no se produzcan ciertos cambios cualitativos en el modo de concebir y practicar la tarea parlamentaria. La obra, seguramente, ya no estará expuesta a los desmanes materiales frecuentes hasta ahora. Pero es fácil prever que, dado el desvaído papel cumplido por el pensamiento en ese recinto, otras modalidades de la subestimación podrían afectarla.
Algo de esto presintió con acierto el señor Eduardo Núñez, cuando, en una carta reciente enviada a este diario, advertía: "Si El pensador quiere simbolizar al individuo que reflexiona y razona por sí mismo, creo que salvo honrosas excepciones, la escalinata del Congreso no es el lugar más adecuado para su emplazamiento."
Pero, aun así, no todo es negrura donde predomina la oscuridad. Es cierto que, en lo inmediato, la instalación de la obra de Rodin en el Congreso sólo contribuirá a hacer más evidente todavía la escasa circulación de pensamiento en el ámbito parlamentario. No obstante, también podría ocurrir que, más adelante, su eventual y progresiva valoración diera lugar a un módico gesto de autocrítica y, como tal, al comienzo de un cambio indispensable para el sustento de la vida republicana. Después de todo, fueron políticos los que impulsaron la iniciativa de rescatar a El pensador del salvajismo a que ha estado expuesto en la plaza Lorea.
El ganador de un Óscar por la banda sonora deTigre y dragón, Tan Dun, es el autor de la partitura que los músicos de todo el mundo que lo deseen deben interpretar y grabar en vídeo si quieren participar en una audición on-line que ha organizado YouTube con el propósito de formar su orquesta sinfónica.
La comunidad de intercambio de vídeos ha colgado hoy en 23 dominios locales y en 16 idiomas una convocatoria abierta a profesionales y aficionados para potenciar la música clásica, en especial en un país como España, en el que sólo supone el 1% de toda la que se compra y se descarga en la red, según ha explicado Clara Rivera, de YouTube, en la presentación celebrada en el Real Conservatorio de Madrid.
A la iniciativa de YouTube, que quiere "inspirar la creatividad con un arma nueva", se ha sumado Tan Dun, compositor de la banda sonora de películas como "Hero" o de la música de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, que anima desde un vídeo a todos a participar en las audiciones que tendrán como premio tocar en un concierto en el Carnegie Hall el 15 de abril de 2009.
Del dormitorio al estrellato
Para participar "sólo" hay que grabar un vídeo ejecutando la partitura -colgada en el portal- que Tan Dun ha creado, titulada Eroica en referencia a la composición de Beethoven, y otro con una interpretación libre.
Esos vídeos podrán enviarse hasta el 28 de enero. A partir de esa fecha un jurado formado por expertos de la Orquesta Sinfónica de Londres, la Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de San Francisco y la Orquesta Sinfónica de Nueva York, entre otros, seleccionará a los 200 mejores.
La tercera fase, que se abrirá el 14 de febrero y concluirá el día 22 de ese mismo mes, será el de votación popular, y todos los usuarios del portal podrán participar, en la elección de los "60 a 100 músicos" que compondrán la orquesta y tocarán dirigidos por Michael Tilson Thomas en abril, aunque no está previsto que tenga continuidad como formación.
Desde España el proyecto está apoyado, además de por el Real Conservatorio de Madrid, por la Orquesta y Coro Nacionales de España, la Orquesta Sinfónica de Galicia y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.
El director técnico de la Orquesta y Coro Nacionales de España, Ramón Puchades, ha calificado como "algo histórico y una ocasión excepcional" la iniciativa, mientras que el jefe de estudios del Real Conservatorio, Enrique Rueda, ha animado a todos los alumnos de música a participar en un proyecto que permite "integrarse en una orquesta mundial con audiciones on-line, y colaborar con músicos muy distintos en formación y talento".
Los vídeos seleccionados se mostrarán en la página principal de YouTube y con los mejores de ellos se elaborará un vídeo recopilatorio.
En Rebobine por favor, la película de Michel Gondry estrenada a comienzos de año, dos empleados de un decrépito videoclub borran accidentalmente todas las cintas VHS de su tienda. Su solución al desastre es filmar ellos mismos remakes caseros de clásicos de los 80 como Cazafantasmas o Robocop con los que consiguen unir y devolver la ilusión a todo su vecindario.
Aunque la película no entusiasmó ni al público ni a los críticos, el realizador francés está seguro de que su moraleja -que el arte puede servir para unir a una comunidad- es cierta, y de que merece la pena intentar el experimento en el mundo real. El resultado es el Protocolo Rebobine Por Favor, un libro que pretende convencernos de que hacer cine está al alcance de cualquier ciudadano, y puede ser mucho más divertido que pasar por la taquilla.
You'll Like This Film Because You're In It es el primer manifiesto lanzado por un realizador de prestigio desde el famoso Decálogo Dogma deLars Von Trier. Ambos se componen de un conjunto de reglas estrictas que hay que seguir a rajatabla, y los dos son un canto al poder de la sencillez, pero ahí se acaban los parecidos. Gondry no pretende fundar una nueva escuela de cine independiente, ni convencer a otros realizadores de que sigan sus métodos.
"A la mayoría de la gente se le ha hecho pensar que no tienen derecho a expresar sus inquietudes creativas, o que es algo que está reservado a un grupo de privilegiados y a los niños. Quiero demostrar que es posible divertirse sin formar parte de un sistema comercial, sin estar a su merced", afirma el autor de Olvidate de mi o La Ciencia del Sueño. "El objetivo es crear una red de creatividad que sea completamente independiente de toda institución comercial".
Las Reglas de Rebobine...
La propuesta de Gondry es la siguiente: escribir, filmar y montar un corto de quince minutos con un grupo de vecinos o amigos en el menor tiempo posible. El punto de partida será siempre elegir, antes de nada, un título y un género. Y el punto final se pone cuando todo el equipo se sienta alrededor de un televisor y visiona colectivamente su película. No importa que el trabajo sea bueno o malo, sólo importa lo bien que lo hayan pasado los participantes. Gondry incluso recomienda en el libro que no cuelguen el resultado en Youtube para difundirlo, porque el valor de la experiencia reside en haber participado en ella.
Para contar la historia, ni los escenarios ni el atrezzo tienen que ser convincentes: si se quiere filmar una historia de ciencia ficción, cualquier caja de cartón puede hacer las veces de tecnología futurista. Es curioso que un director tan sofisticado visualmente como el francés, que hizo fama con sus elaboradísimos videoclips para Bjork o Chemical Brothers, también desaconseje en su manifiesto dejarse llevar por la tentación de usar efectos digitales. "La tecnología no es necesaria para ser creativo, se puede ser creativo con muy poco. Es más gratificante rodar la película y poder verla enseguida, sin tener que esperar".
El Protocolo Rebobine... nació en Nueva York el pasado febrero en una exposición en la Galería Deitch que acompañó al estreno de la película. En ella, se recreó el videoclub original en que se desarrolla la historia, y Gondry diseñó distintos escenarios que los visitantes podían utilizar para rodar sus películas. Al acabar la exposición, él mismo reunió a sus vecinos del barrio de Brooklyn en que vive con su hijo adolescente y filmó Hay una Mano en la Sopa, su primera película realizada bajo las reglas de su protocolo, y la única en su producción que sus fans no podrán ver nunca.
El libro de Gondry acaba con una apuesta por parte del realizador francés, un órdago que muestra que su compromiso con el proyecto va en serio: si tienes amigos, tienes una idea y quieres seguir el protocolo pero no tienes una cámara, él está dispuesto a regalarte una. Sólo tienes que ponerte en contacto con él a través de su web.
"Si 200.000 personas me piden una cámara, voy a estar en graves problemas -bromeaba el director al anunciarlo -pero eso signicaría que el libro ha tenido un gran impacto. Estoy dispuesto a correr el riesgo".
Los suizos votaron hoy en un referendo contra la despenalización del consumo de cannabis y a favor de la distribución controlada de heroína para los tóxico-dependientes.
La ley federal de estupefacientes y sustancias psicotrópicas fue aprobada con el 68 por ciento de los sufragios, mientras que la despenalización del cannabis fue rechazada por el 63 por ciento.
El electorado confirmó la política pragmática del gobierno de este país sobre drogas, basada hace una década en medidas de prevención, reducción de daños, represión y terapias, programas de distribución de heroína.
Estaban habilitados un total de 4,9 millones de ciudadanos a decidir sobre varios temas, entre ellos la jubilación anticipada flexible sin reducción de renta, que rechazaron con el 58,6 por ciento de sufragios
Impulsando el cambio
Siguiendo el ejemplo de Hollywood, que tradicionalmente ha sabido combinar producciones superficiales de puro entretenimiento con películas que han puesto en agenda asuntos tan importantes como la pena de muerte o los derechos civiles, las nuevas generaciones de cineastas indios están realizando una serie de filmes que tocan temas tan progresistas para su sociedad como la eliminación de las barreras entre islamistas, cristianos e hindúes (”Amar Akbar Anthony”), el de muchachos ricos que se enamoran de muchachas pobres (”Bobby”) o el de personas de la casta más baja representados como héroes (”Lagaan”).
Pero quizá la mayor conquista de Bollywood, hasta el momento, haya sido encontrar en la pantalla una esperanza de paz para los enfrentamientos que, por cuestiones de religión y fronteras, han tenido Pakistán y la India por más de medio siglo. El año 2004 el Gobierno de Pakistán, impotente ante la enorme popularidad de las películas y estrellas de cine indias, decidió levantar el veto a esas películas y restablecer algunos vínculos con el país vecino, lo que incluyó el transporte internacional en Cachemira (la región que se disputan).
El ejemplo a seguir
A diferencia de lo que se a pretendido en el Perú, donde se demanda la excelencia cinematográfica a priori, sin tener en cuenta que nuestro mercado y nuestra industria son aún muy endebles, tanto Hollywood como Bollywood nos demuestran que el camino es exactamente el inverso: construir un sólido cimiento primero y desde allí explorar todo el potencial que la pantalla puede ofrecer. Hace poco se estrenó en nuestro país “Vidas paralelas” que narraba la guerra contra el terrorismo desde el punto de vista de los militares. La polémica película fue inmediatamente lapidada por la crítica.
Eso es totalmente anecdótico frente a la importancia que tiene el que una institución como el Ejército se haya dado cuenta del enorme poder que tiene el cine. En una sociedad verdaderamente abierta y democrática todas las partes: empresas mineras, ambientalistas, conservadores, homosexuales, feministas, religiosas, etc., deben tener el derecho de poner sus agendas en discusión y qué mejor manera de hacerlo que usando un medio tan lleno de magia, recursos y poder como el cine.
Que las dos cinematografías más vigorosas del planeta, Hollywood y Bollywood, nos sirvan de ejemplo para ello.
Pero esta burbuja, como tantas otras, parece que se reventó. Las principales casas de subasta no han podido vender muchas de sus obras en Londres esta semana.
Cientos de marchantes de arte y coleccionistas concurren en cuatro casas de subastas dos veces al año, en noviembre y en junio, para adquirir pinturas, joyas, porcelanas, piezas de Faberge e íconos. Pero esta semana no transcurrió como ya era costumbre.
Los años de batir récords con cada venta se acabaron. Los subastadores están teniendo dificultades para lograr vender las piezas incluso por los estimados más bajos.
En total, Sotherby's produjo US$38 millones, menos que su estimado mínimo de antes de la venta, que era de US$46 millones. Su principal rival, Christie's, vendió casi US$21,5 millones, US$12 millones menos de lo que calculó en el peor de los casos.
Lo mejor posible
Ambas casas alegan que hicieron lo mejor posible, dadas las circunstancias.
"En el actual ambiente económico, estamos muy complacidos con el total que logramos", aseguró Jo Vickery, la directora del departamento de arte ruso de Sotherby's.
Obras del vanguardismo ruso del principio del siglo XX fueron las más populares, alcanzando los precios más altos en las subastas; el Desnudo Reclinado de Mikhail Larionov se vendió por US$2,12 millones en Sotherby's, y la Naturaleza Muerta con Sandías de su esposa, Natalia Goncharova, por US$2,3 millones.
Eso fue un alivio para los subastadores, que pudieron vender piezas como esas por un poquito más que su más bajo estimado.
Y es que desde el primer día de ventas ya se percibía cuán gris era la situación, cuando la joya de la colección de arte ruso de Christie's, una magnífica sopera de plata que perteneció a la czarina Caterina II no alcanzó ni el mínimo requerido -US$600.000- para poderse vender.
Anthony Phillips, el director internacional de Christie's, no pudo ocultar su desilusión. "Refleja la situación en el mercado. Estamos pasando tiempos difíciles".
Adiós a la euforia
El contraste con el año pasado es fuerte. Entonces, Christie's apareció en la prensa por la razón opuesta: le había vendido un exquisito huevo de Faberge a un coleccionista ruso por US$13.65 millones.
"Es evidente que desapareció la euforia del pasado. Ya no se paga diez veces más de lo que se calculaba, ya no hay muchas ofertas telefónicas y muchas piezas se quedan sin vender", señala Tatiana Markina, del diario económico ruso Kommersant.
Los expertos de arte dicen que el mercado está en un limbo en el que los compradores no quieren pagar los precios existentes mientras que los vendedores no quieren aceptar la nueva realidad.
Y lo más decepcionante para las casas de subastas es que habían estado haciendo un gran esfuerzo para promover sus imágenes en Rusia y Ucrania, el otro mercado postsoviético emergente.
Hay varios cientos de coleccionistas en Rusia y Ucrania y muchos quieren adquirir una colección de buena calidad, señala Elisaveta Meshkvicheva, una marchante de arte.
A pesar de lo que se piensa, agrega Meshkvicheva, pocos de estos coleccionistas consideran estas compras como una inversión y varios compran obras de arte para llevarlas de vuelta a su lugar de origen.
Pero pocas piezas terminan en lugares públicos.
El año pasado, por ejemplo, uno de esos coleccionistas compró uno de los huevos de Faberge "para retornarlo al contexto de la cultura rusa, a la que pertenece". Pero, como señala Markina, ese poco conocido museo nacional en el que está expuesto existe en "la realidad virtual", y no está abierto al público.