sábado, 13 de septiembre de 2008

EL CONSUMO LE QUITÓ LA RAZÓN AL CLIENTE



Por GERARDO SILVA* (SOITU.ES)

Dar la razón al cliente. Es lo que siempre hemos oído, pero la experiencia nos demuestra que quien acuñó esa frase se equivocaba. Y si no te lo crees mira este anuncio: genial de principio a fin enmienda la plana a un cliente descontento...

En mi profesión casi todos lo que trabajamos en esto hemos ha sufrido la censura por parte de nuestros clientes alegando que el anuncio podría «ofender» a sus clientes (que también son los nuestros). Los consumidores son sagrados. Siempre se debe hablar bien de ellos. Son perfectos, no son humanos. No se vayan a unir en una asociación bajo un nombre tan estúpido como «Amigos de la educación y moral del buen trato al cliente» o «Primero protesta, luego piensa» y la campaña sea retirada o ese minúsculo porcentaje no vuelva a consumir el producto anunciado.

Ante esta realidad es de agradecer la valentía de clientes como Tango. No sé cuál es el nombre de las personas que aprobaron este spot creado por la agencia inglesa HHCL + partners pero merecen pasar a la historia de publicidad. El anuncio del que os hablo sólo apareció en la televisión diez veces antes de ser retirado por xenófobo. Pero tuvo tal repercusión que situó al refresco Blackcurrant Tango como un símbolo patriótico. Un refresco que unió a todo un país.

El spot, protagonizado por el actor inglés Ray Gardner, dice, más o menos, lo siguiente: "Hola, soy Ray Gardner, portavoz de Tango. Esta carta es de Sebastian Loys, un estudiante de intercambio francés. Sebastian dice: He probado el nuevo Tango de grosella negra, y no me gustó tanto como otros sabores de Tango". Bien, Sebastian, sólo puedo decir que lo siento, hemos hecho todo lo que pudimos. Tratamos de satisfacer a todos los bebedores de Tango, incluso aunque sólo estén de visita en nuestra gran nación. Ah, no es fácil. Mi amigo Geoff ha estado trabajando en ese sabor durante tres años. Eres un estudiante de intercambio, ¿verdad Sebastian? Todo gomina y mocasines elegantes. ¿Cuáles son tus credenciales, Sebastian? ¿Qué es lo que te mueve? ¿Cuándo fue la última vez que te levantaste a las cuatro de la mañana por algo en lo que creías apasionadamente? No te necesitamos, ¿me oyes? Eres una voz disidente entre un billón, franchute, ¡eso lo que eres!. Sí, el Tango de grosella negra es una descarga para las papilas gustativas. Sí, cuesta. Sí, hay que tener agallas. Pero nosotros también, Sebastian ¡Míranos! ¡Vamos, Sebastian! ¡Vamos! ¡Aquí, ahora! ¡Tú y yo! ¡Vamos, Francia, Europa, el mundo! ¡Puedo con todos! ¡SOY RAY GARDNER Y BEBO TANGO DE GROSELLA NEGRA! ¡VENID A POR MÍ!"

El anuncio es perfecto de principio a fin. Genial la presentación y el discurso de un hombre tranquilo que primero muestra su nerviosismo tropezando con la cámara, y después va calentándose lentamente hasta acabar cegado por la pasión de lo que defiende. Genial el largo plano secuencia que acompaña el strip tease, esos imponentes calzones púrpuras, el ring, la gente que le apoya enarbolando las banderas de Tango, y los acantilados de Dover sobrevolados por tres Harrier. Todo es desmedido pero todo es maravilloso. Si no lo has visto antes -fue realizado por Colin Gregg hace más de 10 años- estás de suerte. Es de esos anuncios que hacen que la gente diga "cómo mola la publicidad".

*Gerardo Silva es director creativo de la agencia Remo.

INVERTIR EN EL ARTE

Inversores se refugian en el arte

Arte urbano, el primer ministro británico Gordon Brown en una obra de Banksy
Los grafittis de Banksy son codiciados por los grandes inversores.
Los grandes inversores en el Reino Unido están adquiriendo obras de arte y antigüedades como una forma de escapar a la crisis económica y al incierto clima en los mercados financieros.

Así lo dice un informe difundido en Londres por la Royal Institution of Chartered Surveyors (Rics), un colegio profesional que reúne a peritos en diferentes áreas procedentes de más de 120 países.

La investigación encontró que multimillonarios procedentes de Rusia y Medio Oriente están buscando objetos que puedan proporcionarles un alto rendimiento de reventa en el futuro.

Uno de los sectores más fuertes en estas operaciones lo constituye el del arte contemporáneo, incluyendo el llamado arte urbano.

Así por ejemplo una obra del legendario -y desconocido- artista callejero británico Banksy titulada "Ríe ahora que algún día nosotros estaremos a cargo" fue vendida a un equivalente de US$200.000.

Según Rics, la industria se mantuvo relativamente estable entre abril y julio como resultado de un mercado en alza en obras valuadas en más de US$100.000.

Sin embargo obras más baratas como cerámicas, relojes y mobiliario están cayendo, de la misma manera que las bolsas en todo el mundo.

viernes, 12 de septiembre de 2008

DISIDENTES DE LA MEDICINA


de Alberto Haj-Saleh

Esther Samper nos habla de dos preocupantes grupos de médicos y científicos que rechazan las teorías oficiales sobre dos temas claves: el SIDA (del que niegan su existencia) y las vacunas (de las que niegan su utilidad). Los disidentes de la medicina.

«Lo forman un pequeño grupo de médicos (entre ellos algún Premio Nobel) que niegan que el Síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA) se produzca por el VIH. Algunos van más allá y llegan incluso a afirmar que ni el VIH ni el SIDA existen. Aunque tienen en común su rechazo a la relación entre el SIDA y el VIH, las teorías de cada subgrupo disidente varían mucho entre sí. Hay quienes afirman que el VIH es un virus inocuo incapaz de producir una enfermedad y que el SIDA se trata en realidad de una enfermedad mal caracterizada con una causa muy distinta como, por ejemplo, un déficit nutricional.

Este movimiento disidente se caracteriza por un llamativo comportamiento: Conforme las pruebas que relacionan el SIDA con el VIH son cada vez más numerosas y evidentes, la cantidad de médicos defensores de esta postura disminuye. Tanto es así, que fervientes y conocidos disidentes del SIDA que llegaron a criticar públicamente la relación SIDA-VIH terminaron retractándose con el paso del tiempo. Otros, aquellos que se infectaron con el VIH y se negaron al tratamiento convencional, terminaron muertos.»

NUEVAS FORMAS DE LEER NUEVAS FORMAS DE EDITAR

¿Estamos preparados para Kindle?

La irrupción del 'iPod de los libros' pone en guardia a los editores españoles - El revolucionario aparato electrónico permite leer hasta 90.000 títulos

JESÚS RUIZ MANTILLA - Madrid - 31/12/2007

El genial artefacto impreso que conocemos por el nombre de libro está rodeado. Quienes pensaban que el invento de Gutenberg era tan práctico y tan perfecto en su concepción que sería insustituible hasta en la era digital, empiezan a dudar de sus certezas. Una enorme transformación se avecina en el mercado editorial. Sobre todo después de la llegada de un aparato que supondrá su más dura competencia, sino su desaparición a medio o largo plazo. Quédense con su nombre. Se llama Kindle.

Algunos ven ya el fin de las librerías tal y como las conocemos ahora

Los pedidos, a 399 dólares, 278 euros, se han agotado por Internet

El artefacto mide 18 centímetros de largo y 13 de ancho y pesa 300 gramos

Los expertos auguran que los más beneficiados serán los autores

Por el momento, ya es considerado por los expertos editoriales como el iPod de los libros. Ha comenzado a venderse sólo en Estados Unidos por Amazon, la tienda virtual que lo ha lanzado al mercado, aunque su expansión no tardará. Nadie duda de que en breve, algo similar, llegará al resto del planeta. Para empezar, los pedidos -a 399 dólares la pieza (278 euros)- se han agotado por Internet. Mientras, en España, editores, libreros, distribuidores y escritores se preguntan: ¿Estamos preparados nosotros para Kindle?

No parece que así sea. Vértigo, miedo, desconocimiento, desconcierto es lo que más produce Kindle entre quienes viven del libro. No es para menos. Este invento -que mide 18 centímetros de largo por 13 de ancho y pesa 300 gramos- tiene locos a editores, libreros y escritores, que en este caso serán los más beneficiados. En las tripas de dicho espacio caben hasta 200 libros. Pero sus usuarios tendrán posibilidad de descargarse, por ahora, 90.000 títulos, además de acceso a periódicos de todo el mundo y blogs para todos los gustos.

Pero es que Kindle no sólo ofrece las ventajas de un almacenamiento equiparable a cualquier biblioteca. Supone una nueva dimensión en la lectura, con diccionarios incorporados, lo mismo que mapas y callejeros, por no hablar de la iluminación variable de la pantalla y la posibilidad de adaptar los cuerpos de letra al gusto y la vista de cada cual.

Lo que muchos temían, es decir, un aparato que compitiera con la comodidad y las facilidades prácticas del libro, empieza a llegar y eso que no todas las cartas de los fabricantes electrónicos están echadas. "Falta por ver qué lanzarán los de Apple y cómo mejorarán su apuesta los de Sony, la marca que más ha invertido en este campo hasta el momento con el Sony reader", asegura Francisco Cuadrado, director general de Santillana. Lo que está claro es que lo que salga de ahora en adelante se parecerá mucho a Kindle, aseguran los expertos. Es decir, que el invento representa un antes y un después en la historia del mercado editorial.

Tanto que algunos se atreven a pronosticar un futuro paradójico. Optimista y negro a la vez. Con muchos más lectores, pero sin librerías. "Yo sí me imagino un mundo sin libreros", asegura Santos Palazzi, responsable del área Mass Market, del grupo Planeta. "Está fuera de toda duda que afectará al mercado tradicional y que, por el momento, viviremos una convivencia de los dos soportes, el digital y el de papel", añade Cuadrado. Incluso una clásica de la edición como Beatriz de Moura, dueña de Tusquets, ve su futuro oscuro. Aunque se resiste a pensar que desaparecerán esos objetos a los que ha dedicado toda una vida: "Vivo estos tiempos con curiosidad. Habrá cambios radicales, aunque el libro, como tal, siempre ha encontrado su modo de supervivencia", dice. Hasta los mismos libreros se ven amenazados: "Difícil imaginarse nuestro papel en un futuro sin dramatismo. Estamos muy verdes en este asunto", reconoce Fernando Valverde, presidente del gremio.

Lo primero que supone Kindle es otra redistribución de la tarta del libro. Hasta ahora los porcentajes más o menos estaban claros. Con sus variaciones, la cosa quedaba así: 30% para el librero, el distribuidor y el editor y 10% restante para el autor. ¿Con qué porcentajes de todos éstos arrasará Kindle? Podría acabar con todos menos con los del autor. "Será el más beneficiado del reparto", afirma José Antonio Millán, autor del blog El futuro del libro.

Si un escritor acaba una novela, la cuelga en su página web y se queda con lo que le da la gana ¿quién vendrá a discutírselo? Es lo que han hecho los de Radiohead con su último disco. La revolución que ha supuesto la era digital en el mercado discográfico puede dar pistas. "Tenemos la ventaja de poder extraer enseñanzas de lo que ha ocurrido en ese campo", afirma Palazzi, de Planeta.

El caso es que toca replantearse el papel del editor. Y a fondo. "Son una garantía de calidad y lo seguirán siendo", comenta Palazzi. Su labor de filtro resistirá en mitad de ese mercado hiperecléctico que se avecina. "A la hora de detectar temas de interés, también seguiremos siendo útiles", afirma Cuadrado. Se convertirán en consultores también. Pero lo cierto es que ya nadie va a necesitar alguien que le transforme en un objeto determinado su obra. "Ya existen modalidades como la impresión por demanda, es decir, sacar ejemplares de cualquier cosa por encargo en imprentas o sitios en Internet donde los autores publican sus obras", comenta Cuadrado. Es el caso de lulu.com o las editoriales que se han dado en llamar de vanidad surgidas en Argentina. "Aun así, es necesario un sello detrás", añade el responsable de Santillana.

La promoción, el marketing por la Red serán fundamentales en la nueva era de la edición. "Eso tendremos que desarrollarlo al máximo", creen Palazzi y Cuadrado. Igual que diversificar la oferta: "Deberemos crecer cada vez más para públicos más pequeños", añade el segundo.

La convivencia es, por el momento, inevitable. Sobre todo con los libros de consulta. "Se presenta una oportunidad añadida al mercado. Si hasta ahora Amazon lo que ha hecho ha sido dar salida a lo que tenemos almacenado, los libros electrónicos nos permitirán descargar los catálogos", cuenta Riccardo Cavallero, consejero delegado para España y América Latina de Random House Mondadori.

De hecho ya los grandes grupos tienen digitalizados todos sus títulos para lo que se avecina. Cada uno en su medida y no como está haciendo Google, por ejemplo, con un proyecto impresionante que pretende volcar en la Red todos los libros que existen. Pero este editor italiano no sólo es optimista en este campo. Además lo es con el futuro del libro tradicional. Según él, lo salvará el fetichismo. Se convertirá en un objeto de culto y de más prestigio. "Los libros se enseñan", comenta Cavallero.

También abultan. Y en un mundo de espacios cada vez más pequeños, empiezan a sobrar objetos en las casas. Muchos auguran de paso un negro futuro para los fabricantes de estanterías. O para los agentes. Según Beatriz de Moura, serán los primeros intermediarios afectados. "Son los que antes van a notar el golpe. Los autores apenas necesitarán a nadie que les coloque sus obras", cree la editora de Tusquets. Aunque el asunto de los derechos de autor, con toda la piratería que hay en la Red también traerá cola. Ahí puede haber algo que rascar en el futuro. "Pero será cosa de los editores más bien", dice De Moura.

Sobre el fetichismo y el coleccionismo no todos están de acuerdo. Puede que dure en las presentes generaciones lectoras tradicionales. Pero los más jóvenes... "valoran poco el objeto en sí. Quieren todo a la voz de ya. Inmediatamente. Tampoco son de ir a que les firmen los libros en la feria. El contacto con los autores lo quieren al momento. Y lo pueden tener, incluso mejor que antes, por Internet", asegura Cuadrado.

Así que algunos van imaginándose un futuro sin ferias del libro como la de Madrid, sin firmas en las casetas de turno. Teodoro Sacristán, director de la misma, prefiere no pensarlo. "No quiero imaginarme el panorama, ni qué será de nosotros", comenta.

jueves, 11 de septiembre de 2008

Tendencias para bloggers: ''Novelas - Blogs''



Una nueva manera de publicar historias, en las que se facilita la divulgación: las ''Novelas-Blog''. Aprovechando el formato de las gratuitas y sencillas bitácoras, algunos bloggers, se han decidido a crear su propia novela por capítulos.

''Kindle'' soporte para e-books

En la actualidad, el desarrollo en tecnología que estamos sufriendo, ha hecho que encontremos nuevas formas de realizar cosas de toda la vida, tales como leer. Si no hace mucho, los lectores descubrían sus libros favoritos en formato digital ('e-books'), y nuevos soportes para poder leerlos, como ''Kindle'' u otros similares, hoy el descubrimiento es para los que quieran atreverse a introducirse en el mundo de las letras desde el otro lado. El mundo de los escritores.

Os hablo de una nueva manera de publicar y redactar historias, llamada ''Novelas-blog'', Que no son más que historias noveladas en bitácoras tan normales y corrientes como cualquier otra, pero en la que se aprovecha su formato y coste, para desarrollar una crónica por capítulos a la que nuestros posibles lectores pueden acceder de una manera sencilla y desde cualquier lugar con una conexión a internet. A demás, son historias sujetas sujetas al Copyleft de ''Creative commons'', por lo que evitan problemas de copia o plagio aún teniendo una lectura libre y gratuita para aquellos que la deseen.

Parece una idea bastante interesante, que aunque se está desarrollando sin hacer demasiado ruido, lo hace de manera rápida. De hecho, ya existen páginas web enteras en las que se dedican exclusivamente al soporte de este tipo de novelas como ''generación blog'' . Es posible que en un futuro, podamos leer historias de grandes escritores, en este formato.

Si queréis empezar a leer una de estas historias, os puedo recomendar algunas como la de Moisés C. Alemán, ''Nos dejan'' o ''Taxi 327'' de Ángel J. Blanco, ambas de gran calidad.

11 de SEPTIEMBRE DEL 2001

Esto justificó muchas cosas....

miércoles, 10 de septiembre de 2008

LA NAVE DE LA ILÍADA EMERGE DE LAS PROFUNDIDADES


Por SOITU.ES / AGENCIAS

Hace veinte años que dos submarinistas, Gianni Occhipinti y Gino Morteo, descubrieron los restos de la mayor embarcación griega de la antigüedad. Medía 21 metros de eslora y siete de manga. Estaba hundida a 800 metros de la costas de Sicilia, en Gela, una colonia griega de paso obligado para todo el comercio naval del Mediterráneo. En esas profundidades había reposado desde hace más de 2.500 años, hasta que después de veinte años, el pasado lunes, 28 de agosto, las gentes de Gela vieron, por fin, como el pecio de la nave, idéntica a la que Homero describió en la "Iliada", emergía de las profundidades del agua.

Fue como la retransmisión de una película, de un rescate largamente esperado. Rosalba Panvini, la superintendente de bienes culturales y ambientales de Caltanisseta, la localidad siciliana encargada del barco hundido en Geli, soñaba con ese momento hace décadas. En 1993, Panvini ya publicó un libro, 'La nave greca arcaica di Gela' donde relataba el valor arqueológico y una parte de las aventuras que la embarcación — similar a la que usaron Ulises o Aquiles para llegar hasta Troya — debió de sufrir.

Se impulsaba gracias a sus velas y a los remos que se situaban en los laterales de la embarcación. Por fin, esta semana Rosalba Panvini vio su sueño realizado. "Es un hallazgo que permitirá conocer la arquitectura naval griega y las rutas que unían Sicilia y Gela con el resto de pueblos del Egeo" ha explicado hoy en una entrevista a Eulalia Blachart, de la Agencia Efe. Existen otras dos embarcaciones "del mismo período arcaico" expuestas en la actualidad en Marsella y Jerusalén pero con dimensiones muy inferiores a las de los restos de Gela, ya que alcanzan como máximo los doce o trece metros de eslora.

Restos de artesanía ateniense
Los arqueólogos apuntan que se hundió entre el siglo VI y el 480 antes de Cristo y que antes del incidente había hecho escala en el puerto de Atenas, para después subir por la costa este de Grecia y atravesar el estrecho de Otranto. Entre los artículos que el barco transportaba en el momento de su naufragio y que se han podido recuperar, destacan recipientes con figuras rojas y negras propias de talleres artesanos atenienses, así como cerámicas producidas en la zona del Egeo.

La popa y la quilla de once metros, que yacían a casi cinco metros de profundidad, han salido a tierra con la ayuda de una grúa de 200 toneladas. Ahora, las piezas se trasladarán al laboratorio Mary Rose Archeological Services de Portsmouth, en el sureste de Inglaterra, para su restauración, aunque deberán permanecer entre seis y doce meses en grandes cisternas para su desalinización.

Se espera que los trabajos de restauración de la embarcación finalicen en 2010 y los restos serán trasladados de nuevo a Gela, donde se construirá un Museo de la Navegación para albergarlos. Entre los numerosos artículos recuperados del interior del barco destacan además cuatro pequeños altares y materiales que atestiguan, según los expertos, la práctica de cultos religiosos a bordo.

Rosalba Panvini puede estar feliz. Ha tardado menos tiempo en rescatar de las profundidades del Mediterráneo los restos de este barco idéntico al de la 'Ilíada' que lo que tuvo que esperar Penélope a Ulises.

martes, 9 de septiembre de 2008

De Virginia Woolf a Gran Hermano

La sobreexposición de la vida personal, ya sea en Internet o en los reality shows, no sería solo cosa de egocéntricos perdidos. Para la investigadora Paula Sibilia, el fenómeno es parte de una nueva sociedad llena de posibilidades

Por Leonardo Tarifeño. De la Redacción de LA NACION

En La intimidad como espectáculo (FCE), la argentina Paula Sibilia escribió uno de los mejores ensayos sobre el pánico al anonimato que parece recorrer la sociedad contemporánea. Personas que no dejan secretos por contar en sus blogs , desconocidos que se hacen famosos por convertir su vida cotidiana en un programa televisivo y escritores que narran sus historias en una primera persona que se confunde con la vida del autor formarían parte de una nueva sociedad, que para Sibilia es inseparable de "la economía, la política, los deseos y la moral en el capitalismo posindustrial". Por eso, según ella, no se debería ver a la cultura digital como la principal enemiga de la cultura letrada. Sencillamente, se trata del sustrato donde florece el Yo contemporáneo, el tipo de subjetividad que exige el mundo actual, "tan necesaria y diferente como la que necesitaba la cultura letrada constituida a partir del siglo XIX".

-¿Por qué un libro sobre el Yo contemporáneo empieza y termina con Nietzsche?
Bueno, la verdad es que mientras releía Ecce Homo se me ocurrió que ahí había una pista interesante para comparar lo que decía Nietzsche con lo que sucede ahora. Frente a esa suma de exaltaciones, que en su momento fueron tachadas de megalómanas, excéntricas y superyoicas, pensé si eso se podía comparar con lo que pasa hoy en día, sobre todo en Internet y en los medios, es decir, la presunta exaltación del Yo y el triunfo de la megalomanía, ya definitivamente legitimada. "¿Ganó la apuesta de Nietzsche?", me pregunté...


¿Y a qué conclusión llegó?
A que no triunfó. Hay una diferencia, y por eso empecé y cerré con Nietzsche. Al libro lo atraviesa la comparación con el siglo XIX porque es un momento en el que se constituye un Yo muy definido. Hoy, ese Yo, al que llamo homo psychologicus, no ha desaparecido, está muy presente en nosotros. Sin embargo, se encuentra en mutación. La subjetividad del homo psychologicus se está transformando en otra que se construye a partir de las apariencias, de aquello que se ve, y no tanto de una esencia oculta y misteriosa, a ser descifrada constantemente.

-¿En el Yo contemporáneo sólo hay megalomanía? ¿La sociabilidad que permite Internet no plantea una alternativa?
Hay toda una serie de discursos que hablan de Internet. El periodismo, la academia y hasta el sentido común describen la Red como el escenario democrático por excelencia: cualquiera puede acceder a una discusión, la sociabilidad es alta y uno entra en contacto con gente de todo el mundo. Yo no niego eso, que por supuesto tiene su dosis de verdad; lo que me interesa es ver qué otras cosas pasan, además de eso. Qué tan democrática y sociable es, y qué tipo de sociabilidad se produce dentro y fuera de ella, como en los talk shows y reality shows .

-¿Y cómo describiría esa forma de sociabilidad?
Lo que está claro es que se trata de una sociabilidad dirigida a afirmar el Yo. Por ejemplo, los comentarios en un blog , o en los fotologs , son fundamentales. El blog no es un monólogo, como era el diario íntimo, ni un diálogo consigo mismo. No es un diálogo con la interioridad, no es ese tipo de sujeto el que escribe un blog . Se trata de un diálogo hacia afuera, dirigido a los otros; por lo tanto, aquellos que ven esa pantalla escrita confirman que uno existe, que el narrador, autor y personaje de ese medio, producto u obra autobiográfica y autorreferente existe. En una cultura de la visibilidad, o "sociedad del espectáculo", como la llamó Guy Debord hace 40 años, uno es lo que se ve. Entonces, esa presencia ajena en las pantallas hace que el sujeto que se muestra sea real, le da un plus de realidad. ¿Por qué? Porque se ve, se muestra y sabe cómo hacerlo. Los otros tienen que verlo; eso es parte de la definición del blog y demás obras virtuales. No es como el diario íntimo, tiene un sentido completamente distinto

-¿El Yo no necesita siempre al otro?
Sí, ésa no es ninguna novedad, es algo histórico. Lo novedoso es que la subjetividad contemporánea necesita desesperadamente de la mirada del otro. El Yo burgués, del siglo XIX, también la necesitaba, pero no para confirmar su existencia. Tiene, o tenía, otras referencias capaces de concederle existencia y legitimarlo: su interioridad, su historia, su sentido, su reflexión sobre el sentido y todo un ejercicio introspectivo para el cual la literatura, la lectura y la escritura son fundamentales. Se trata de la cultura letrada.

-Al haber cambiado la subjetividad, ¿la cultura letrada termina por pertenecer a otra época?
La subjetividad que se conformó en el siglo XIX era útil en ese contexto histórico. Se construyó en función de esos intereses, que por cierto no son los actuales. Ese cambio invalida la pregunta sobre qué es mejor o peor; el contexto histórico es diferente, por lo tanto las respuestas también deben serlo. Aquella cultura era compatible con ese mundo, del mismo modo que no es compatible con el nuestro.

-¿Cómo ejemplificaría esa transición?
Creo que el mayor ejemplo es el síndrome de éficit de atención e hiperactividad que padecen muchos niños de hoy. Los chicos conviven -o los obligan a convivir- con las dos culturas de una manera muy rígida. Por un lado, crecen con todos los fenómenos vertiginosos de Internet; por el otro, llegan a la escuela y ahí los tienen cinco horas concentrados en otro universo, como si estuvieran en el siglo XIX, y les dicen: "ahora leés, ahora escribís, ahora prestás atención y te concentrás " Bueno, obviamente, eso es incompatible con esa otra realidad. Tienen que desenvolverse en dos mundos que corresponden a dos escenarios culturales cuyas subjetividades son muy diferentes.

-¿Vivimos una época en la que a todos nos afecta cierto déficit de atención?
Digamos que vivimos en una época de transición, en la que estamos dejando de ser lo que éramos. Y muchos de nosotros estamos en el límite entre los dos mundos.

-Según sugiere, la subjetividad actual no es tanto el producto de los avances tecnológicos como de un proyecto global. ¿Podría ampliar la idea?
Para mí, la situación es muy compleja. No se trata, solamente, de decir "Ahí están YouTube y Facebook, y ahí están los libros, uno puede elegir lo que quiera". No. Yo creo que nuestra cultura actual es fruto de más cosas, además de la tecnología: es consecuencia de proyectos que están en relación directa con la economía, la política, los deseos y la moral en el capitalismo posindustrial. Nuestra subjetividad requiere este tipo de esfuerzo y sociedad, así como el capitalismo industrial requería otros.

-¿No da la impresión de que, al menos en la Argentina, se considera a la cultura letrada ya no como lo que está dejando de ser, sino como lo que nunca debería dejar de ser? A veces parece que se toma como un ideal de resistencia frente a la corrupción de los "nuevos bárbaros" digitales.
Es cierto, se ve como un ideal eterno. Y como estamos dejando de pertenecer a ese mundo, cuando la cultura hegemónica de los siglos XIX y XX pierde posiciones, se transforma en una cultura de resistencia que, en realidad, encubre una actitud conservadora, cuyo planteo es el de volver atrás. Para mí, más interesante que eso es inventar algo nuevo. Tratar de ignorar lo que está sucediendo me parece que no vale la pena. Mejor es sumergirse en eso, intentar entender qué hay y por qué ocurre. Supuestamente, nosotros tenemos más ventajas que los del siglo XIX, porque conocemos los dos mundos. Y no creo que este nuevo mundo sea completamente negativo; de hecho, es fruto de muchas carencias y limitaciones de la cultura letrada.

-¿Como cuáles?
Bueno, si nos referimos a la cultura constituida a partir del siglo XIX, no podemos dejar de pensar en la culpa, la represión y la moral burguesa. Y la condena de tener que ser igual a uno mismo, sin posibilidades de cambiar. Lo que tenemos ahora es producto de ciertas luchas y conquistas que hubo a lo largo de los siglos XIX y XX, que incluyen a las vanguardias de entreguerras y a los pensadores y artistas que se enfrentaron a las tiranías del Yo burgués. Un ejemplo innegable, el más claro, es la condición de la mujer. En el siglo XIX, la mujer no era un sujeto, y por eso Virginia Woolf reivindicaba "un cuarto propio", un lugar para encerrarse y abrirse a la interioridad. Hoy en día, la reivindicación del "cuarto propio" de Virginia Woolf no tendría lugar. Las mujeres de clase media ya no necesitan exigir un cuarto propio para estar a la altura del hombre, pero bueno, ¿cuál sería hoy una reivindicación comparable? La de inclusión digital. Para ser "alguien" actualmente se necesita tener acceso a una computadora y saber moverse en Internet. Si eso no se produce, uno no está en igualdad de condiciones con los demás.

-Ese reclamo no incluye el derecho a la introspección planteado por Woolf.
Exactamente. Es una reivindicación de clase. Hoy habría que pensar en los cuartos tipo Gran Hermano , de los reality shows , totalmente invadidos por los medios. Es lo contrario de lo que pedía Woolf, pero no es necesario llegar a ese extremo: el reality show sólo prolonga un estado de la cuestión que habita en la relación que tenemos con nuestra propia computadora personal, una pantalla que no sólo nos trae el mundo sino que nos muestra al mundo a través de la webcam , las redes sociales, los blogs y demás.

-¿Hoy se pasa de un mundo al otro como en la historia de la cultura se pasa del "cuarto propio" de Woolf al cuarto televisivo de Gran Hermano ?
Son ejemplos extremos que corresponden a dos proyectos históricos diferentes. En el ejemplo de Woolf, "el cuarto propio" era indispensable para abrir lo que había dentro de uno mismo, porque en esa interioridad había un universo enorme. Ahora, en este nuevo proyecto histórico, lo que se reivindica para ser alguien no es el derecho a tener ese universo interno, sino el derecho a mostrarse, a que los otros te vean. ...se sería otro síntoma de... pero yo quería contestarte otra cosa, ¿qué era?

-Le preguntaba sobre esa idea en la que, desde la cultura letrada, Internet es sinónimo de ignorancia.

Sí, eso me parece muy banal. Tan banal como lo opuesto, que sería ver a la cultura letrada como definitivamente obsoleta. No creo que el problema se pueda reducir a lo bueno y lo malo. Además, nosotros estamos en una buena posición, porque conocemos los dos universos; entonces, hasta podemos inventar un tercero. Torcer el timón sin ir para atrás, sino para abrir el campo de lo posible, como decía Deleuze.

SIBILIA Argentina afincada en Rio de Janeiro, Paula Sibilia es autora de La intimidad como espectáculo (2008) y El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales (2005). Actualmente es profesora de Estudios Culturales y Medios en la Universidad Federal Fluminense (UFF). Su trabajo indaga los cambios de la subjetividad, con el cuerpo y las nuevas tecnologías como paisajes de ese escenario

CUANDO SALÍ DE LA HABANA AYER


Ayer, el huracán Ike se aferraba de esta manera con el Hotel la Rusa en Baracoa.

Nadie se acordó por supuesto, y es lógico, de Magdalena Menasses Rovenskaya, la artista rusa que llegó un día y se radicó allí.
Esa Rusa que Carpentier convirtió en Vera consagrándola en primavera con su novela casi homónima. Nombre que seguro negoció con Stravinski quien ya lo había utilizado desde 1913 para nombrar su importantísimo ballet en dos actos: Le Sacre du printemps, en francés; en inglés, The Rite of Spring; y en ruso, Весна священная.

Yo me acordé hoy no se porqué...

De esta manera digo que ya regresé de la Habana y que trataré de poner al día este diario...