Hace veinte años que dos submarinistas, Gianni Occhipinti y Gino Morteo, descubrieron los restos de la mayor embarcación griega de la antigüedad. Medía 21 metros de eslora y siete de manga. Estaba hundida a 800 metros de la costas de Sicilia, en Gela, una colonia griega de paso obligado para todo el comercio naval del Mediterráneo. En esas profundidades había reposado desde hace más de 2.500 años, hasta que después de veinte años, el pasado lunes, 28 de agosto, las gentes de Gela vieron, por fin, como el pecio de la nave, idéntica a la que Homero describió en la "Iliada", emergía de las profundidades del agua.
Fue como la retransmisión de una película, de un rescate largamente esperado. Rosalba Panvini, la superintendente de bienes culturales y ambientales de Caltanisseta, la localidad siciliana encargada del barco hundido en Geli, soñaba con ese momento hace décadas. En 1993, Panvini ya publicó un libro, 'La nave greca arcaica di Gela' donde relataba el valor arqueológico y una parte de las aventuras que la embarcación — similar a la que usaron Ulises o Aquiles para llegar hasta Troya — debió de sufrir.
Se impulsaba gracias a sus velas y a los remos que se situaban en los laterales de la embarcación. Por fin, esta semana Rosalba Panvini vio su sueño realizado. "Es un hallazgo que permitirá conocer la arquitectura naval griega y las rutas que unían Sicilia y Gela con el resto de pueblos del Egeo" ha explicado hoy en una entrevista a Eulalia Blachart, de la Agencia Efe. Existen otras dos embarcaciones "del mismo período arcaico" expuestas en la actualidad en Marsella y Jerusalén pero con dimensiones muy inferiores a las de los restos de Gela, ya que alcanzan como máximo los doce o trece metros de eslora.
La popa y la quilla de once metros, que yacían a casi cinco metros de profundidad, han salido a tierra con la ayuda de una grúa de 200 toneladas. Ahora, las piezas se trasladarán al laboratorio Mary Rose Archeological Services de Portsmouth, en el sureste de Inglaterra, para su restauración, aunque deberán permanecer entre seis y doce meses en grandes cisternas para su desalinización.
Se espera que los trabajos de restauración de la embarcación finalicen en 2010 y los restos serán trasladados de nuevo a Gela, donde se construirá un Museo de la Navegación para albergarlos. Entre los numerosos artículos recuperados del interior del barco destacan además cuatro pequeños altares y materiales que atestiguan, según los expertos, la práctica de cultos religiosos a bordo.
Rosalba Panvini puede estar feliz. Ha tardado menos tiempo en rescatar de las profundidades del Mediterráneo los restos de este barco idéntico al de la 'Ilíada' que lo que tuvo que esperar Penélope a Ulises.
1 comentario:
Espero que el remoclcador 13 de Marzo,qué fué hundido por las autoridades cubanas en el año 1994,cuándo intentaban escapar de Cuba,y repleto de mujeres y niños,espero que un día pueda ser reflotado-
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