lunes, 4 de mayo de 2009

LA TELEPOUBELLE

Tres familias de Badalona, Toledo y Tenerife son arrancadas de sus cómodos hogares europeos y obligadas a convivir durante tres semanas con "tres tribus primitivas que desconocen la civilización occidental", concretamente los Himba, los Mentawai y los Bushman. Se produce el contacto y las primeras reacciones. "Son humanos", confirma una de las féminas ibéricas. "¡Y unos cojones!", asegura un niño de unos diez o doce años "Y digo yo: ¿Qué hacen en tetas?", se pregunta una señorita europea. ¿Estamos ante un ambicioso estudio antropológico? Quizá se trate del rodaje de un documental para la National Geographic. O puede que sea un proyecto etnológico financiado por Naciones Unidas.

Nada de eso, queridos lectores. Este nuevo y televisivo ejemplo de explotación de los pueblos indígenas se llama 'Perdidos en la tribu', y es una vuelta de tuerca al género de la docu-realidad firmado por Cuatro, y presentado por Nuria Roca. Nada original: la versión española de un formato, llamado 'Ticket to the tribes', que ya se ha visto en medio mundo... civilizado. Y el final es sólo uno. Que las familias que participan, tras superar determinadas pruebas, sean aceptados por los indígenas y así puedan repartirse los 150.000 euros que la cadena ofrece como premio. No dicen si a los indígenas les pagan por su colaboración con cuentas de plástico para collares o con botellas de agua de fuego...

"Decid ¿con qué derecho y con qué justicia tenéis en tan cruel y horrible servidumbre aquestos indios", se preguntaba Fray Bartolomé de las Casas. Y tenía mucha razón el cronista de la destrucción de las Indias, pionero en la defensa de los derechos humanos. Me temo que nada bueno puede salir de un espacio como éste, y menos para los indígenas, que en el primer programa son presentados como seres atrasados, sucios, machistas, violentos... "¿Serán capaces los concursantes de volver a sus orígenes? ¿Podrán comer lo que las tribus comen, vestir como ellos visten o matar animales de la misma forma que sus anfitriones?", se preguntan en el programa.

El mito del buen salvaje se basaba en el descubrimiento del otro, del diferente. En aprender de las bondades intrínsecas del indígena, de la ingenuidad de aquellos que han quedado al margen de las maldades de la civilización. Paparruchas. En nuestros días, y en la televisión, somos más partidarios de una subdisciplina que podríamos denominar 'antropología del consumo'. Ya saben, esos actos socialmente ritualizados, y por supuesto televisados, que consisten en aprovecharse de los que consideramos inferiores para conseguir audiencia. El mito del mal salvaje.

1 comentario:

rubén dijo...

A modo de recordatorio histórico:
Es cierto que Fray Bartlomé de las Casas abogó por eliminar el cruel castigo al que eran sometidos los indios.De hecho,escribió un documento conocidomcóm"El Memorial de.."en el cual proponía que,para liberar a la pobalción indígena te tanta crueldad,ERA MEJOOR Y FACTIBLE,SUSTITUIRLOS POR LOS NEGROS ESCLAVOS (seguramente ,y en su opnión,esos negros SÍ ERAN ANIMALES)
O sea:
Vistiendo a un Santo,desvitió a otro..!!
De cualquier manera,en los finales de su vida,reconoció el error cometido,el daño que había ayudado a desencadenar...
Esto en lo absoluto demerita su labor.
Y quizás-en el caso deCuba-noshizo un bién...
De todas maneras,la introducción de negros,era solo cuestión de tiempo..