El mundo desarrollado está reforzando la seguridad de sus fronteras, construyendo vallas y endureciendo los requisitos para nacionalizarse. Pero aún quedan algunos lugares dispuestos a abrir sus puertas.
Irlanda
De dónde vienen: África, Sur de Asia y Europa del Este
Porcentaje de población inmigrante: 14%
Por qué son bienvenidos: Hay suficiente riqueza para todos. Irlanda fue conocida como fuente de inmigración durante los siglos XIX y XX, pero el boom económico del tigre celta en la última década, y la prosperidad que ha generado, han hecho de la Isla Esmeralda un destino atractivo. Irlanda también es un caso único en lo referente a los derechos que concede a los extranjeros, entre ellos el voto y la posibilidad de ingresar en el cuerpo de policía y presentarse a las elecciones locales. El pasado verano, en el suburbio dublinés de Portlaoise, el nigeriano Rotimi Adebari se convirtió en el primer alcalde negro del país. Aunque ha habido unos pocos incidentes racistas, sus consecuencias han sido insignificantes, e Irlanda no tiene partidos nacionalistas de ultra-derecha como ocurre en el resto de Europa.
España
De dónde vienen: Magreb, África subsahariana y América Latina
Porcentaje de población inmigrante: 11%
Por qué son bienvenidos: Todo se debe al crecimiento. Al igual que Irlanda, económicamente España fue un caso perdido durante décadas. Pero ahora, gracias en gran parte a la política migratoria de puertas abiertas que se puso en práctica a finales de los 90, es una de las economías europeas que mejor funciona. Ha absorbido más de tres millones de inmigrantes, y en la actualidad un 11% de su población es de origen extranjero. Muchos llegan atraídos por el hasta ahora próspero sector de la construcción, y ocupan de forma creciente los trabajos con sueldos mínimos del sector agrícola y de servicios. Aunque los atentados de 2004 en los trenes de Madrid, cometidos en parte por inmigrantes marroquíes, despertaron algunos temores, España continúa con la misma política y respondió al problema de la inmigración ilegal con una regularización masiva en 2005. Pero no todo son buenas noticias. El pasado verano la organización Human Rights Watch arremetió contra el Gobierno español por casos de maltrato a niños inmigrantes africanos en sus centros de acogida en Canarias.
Canadá
De dónde vienen: Sur de Asia y Extremo Oriente
Porcentaje de población inmigrante: 19%
Por qué son bienvenidos: Canadá se está quedando sin trabajadores. El ministro de Hacienda dijo recientemente que la escasez de población y de mano de obra constituía el problema económico más acuciante del país. Uno de cada siete ciudadanos está jubilado, y la tasa de fertilidad se sitúa por debajo del nivel de reemplazo desde principios de los 70. Como respuesta, las autoridades se plantean mejorar las leyes de inmigración, que ya se encuentran entre las más liberales del mundo. El país ha acogido a unos 200.000 inmigrantes anuales durante los últimos diez años. Canadá también es conocida por tener una política de asilo notablemente abierta, acepta casi a la mitad de quienes solicitan estatus de refugiado (Estados Unidos acepta a menos de un tercio). La preocupación por la seguridad tras los atentados del 11-S ha llevado al país a reforzar el control en su frontera del sur e incrementar las competencias de la policía en materia de vigilancia, pero estas medidas no han provocado ningún descenso de la inmigración.
Israel
De dónde vienen: Norteamérica y la antigua Unión Soviética
Porcentaje de población inmigrante: 40%
Por qué son bienvenidos: Porque Israel quiere seguir siendo un Estado judío. Yasir Arafat tenía razón cuando dijo que la mejor arma de los palestinos es el vientre de sus mujeres. La población de la franja de Gaza, por ejemplo, tiene una de las tasas de crecimiento más altas del mundo. En cambio, la natalidad de los judíos israelíes ha permanecido estancada, y un número cada vez mayor de jóvenes decide emigrar, en vista de que la violencia continúa. Como respuesta, organizaciones sin ánimo de lucro trabajan para atraer a los judíos de todo el mundo hacia Tierra Santa, llegando a ofrecer ayudas de entre 3.000 y 10.000 dólares (entre unos 2.000 y 6.700 euros) como incentivo. Las leyes del país conceden la nacionalidad de forma automática a los judíos. Puede que estas medidas estén surtiendo efecto. En 2006 se produjo el primer aumento de la inmigración proveniente de EE UU en años. Pero la mayoría de los recién llegados provienen de países del antiguo bloque soviético, y muchos tienen sólo una conexión indirecta con el judaísmo. El año pasado la Knesset (Parlamento israelí) llegó a debatir la posibilidad de reorientar la política de la “ley de retorno”, a raíz de la desarticulación de un grupo neonazi en la ciudad de Petah Tikva.
Nueva Zelanda
De dónde vienen: Extremo Oriente y las islas del Pacífico
Porcentaje de población inmigrante: 16%
Por qué son bienvenidos: Porque Nueva Zelanda quiere lo mejor. ¿En cuántos países puede uno imaginar a un político diciendo: “Estamos en una competición mundial por el talento y debemos conseguir nuestra parte”, como hizo el ministro neozelandés de Inmigración en 2005? En este país el tema de la inmigración gira en torno a la cualificación profesional. Los candidatos a entrar reciben una puntuación en función de sus aptitudes. A quienes superan un umbral se les permite acceder automáticamente. Con altas tasas de crecimiento económico y poca población, en Nueva Zelanda las políticas están encaminadas a apuntalar sectores clave de su economía. En líneas generales, los inmigrantes prosperan en medio del boom económico y disfrutan de un nivel de servicios públicos menor que el conjunto de la población. Sin embargo, puede que los buenos tiempos no duren para siempre. Los políticos nacionalistas se quejan a menudo de que la entrada de inmigrantes asiáticos está cambiando la composición demográfica del país, y el Gobierno está endureciendo poco a poco los requisitos lingüísticos y profesionales.
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