La comparan con la mismísma Jackie O, la revista Playboy la considera la política más sexy del país y mide casi 1,90 metros de altura... Michelle Obama concentra todas las miradas de los asesores políticos de Estados Unidos cansados de una Hillary Clinton que siempre ha mostrado sus recelos por mostrarse "demasiado femenina" en sus apariciones públicas.
Es considerada por los expertos en moda como una de las mujeres más elegantes del momento en Estados Unidos. Aparece en todas las quinielas, incluso encabeza el ranking de los políticos más "eróticos" del país elaborado por Playboy (seguida de Condoleezza Rice). Si llega a la Casa Blanca, se convertirá en la primera dama negra de la historia.
De momento, ha revolucionado la campaña electoral de Estados Unidos, un país donde los asesores de moda pesan en el programa tanto como los economistas. Allí sería impensable que un candidato repitiera color de corbata en los debates televisivos, como le ocurrió a Rajoy. Por ejemplo, ya se habla del estilo Obama: trajes ligeramente anchos y corbata, siempre con nudo Windsor.
Pero centrémonos en su mujer, en la polifacética Michelle. Hasta ahora, la primera dama ha representado los valores familiares. De hecho, ésa es la baza que parece jugar Cindy McCain, la tercera mujer en la palestra en estas elecciones, la mujer del candidato republicano.
La señora Obama no puede libarse de ese rol y juega con la imagen de madre, pero una mamá todo "glamour". Su 1,90 metros de altura no le hacen pasar precisamente desapercibida. Además, a esta abogada de 44 años le gusta jugar con su imagen, siempre dentro de los límites que establece la carrera hacia la Casa Blanca. La niña afroamericana de los suburbios de Chicago que dormía en el salón por falta de habitaciones ha terminado marcando estilo. Apuesta por el look clásico y llama la atención su corte de pelo. No te pierdas, el modelito que lució en la entrevista que le hizo Larry King en horario de máxima audiencia: llevaba un top azul marino (un color que suele repetir) y un collar de perlas de tres vueltas.
Por su parte, Hillary Clinton ya sabe lo que es estar bajo los focos. Cuando se convirtió en "primera dama" en 1993, se alejaba de la imagen que había dado su predecesora: Barbara Bush, la madre del actual presidente. El papel que jugó en el "escándalo Lewinsky" fue clave para su imagen. Además, cuenta entre sus filas con una particular embajadora en la que también se fijan los estilistas: su hija Chelsea. Los asesores políticos ya utilizan a la pequeña de los Clinton (que tiene 27 años) para atraer el público joven y dar mítines por las principales universidades del país.
Sin embargo, el look de Hillary no es precisamente seguido. La revista US Weekly ha publicado un reportaje titulado "Hillary Clinton: mis peores modelos de todos los tiempos". La candidata a la Casa Blanca ha hecho declaraciones realmente cargadas de sentido del humor, pero que en realidad demuestran que no sabe divertirse con la moda. "Soy una gran creyente del reciclaje; reciclo todo, hasta las alfombras", llegó a contestar cuando la preguntaron por un abrigo que se puso en el año 2000. Siempre ha optado por trajes sastre en colores sobrios y en los últimos años no ha cambiado de corte de pelo.
La tercera candidata en liza es Cindy, la esposa del candidato republicano John McCain. Se ha mantenido al margen de las cámaras, pero muchos comparan su estilo con el de Betty Ford. Siempre impecable, inmaculada, fue reina de belleza de rodeo de Arizona y ahora es noticia porque ha reconocido que fue adicta a los calmantes (los mismos que toma el doctor House, aseguran).
Adiós al estilo Margaret Thatchet... la política entra en el mundo de la moda
Si Hillary Clinton gana las elecciones de Estados Unidos, se confirmará la teoría: las mujeres que más alto han llegado en el mundo de la política tenían un look sobrio. Léase la canciller alemana Angela Merkel o la inolvidable "Dama de Hierro", Margaret Thatcher. Sin embargo, la tendencia va cambiando poco a poco.
Las primeras damas se han convertido en todo un filón publicitario. La Francia de Sarkozy lo ha vivido en sus propias carnes. Primero fue Carla Bruni, que entró como un ciclón en la prensa rosa del país. En sus primeras apariciones públicas, la firma de coches Lancia aprovechó para sacar los anuncios de la ex modelo en las televisiones: aparecía la futura primera dama del país luciendo pierna y cantando el "Bang, bang". Rápidamente, sus contratos con la automovilista italiana quedaron paralizados.
Algo similar ha ocurrido con la ex de Sarkozy, Cécilia Cigananer-Albéniz. Versace lanzó un comunicado informando que vestiría a la bisnieta de Albéniz el día de su boda. Se adelantaba así el tercer enlace de la que fuera la primera dama francesa. Sin embargo, la noticia no ha sentado nada bien a Cécilia: ha decidido cambiar de diseñador.
El estilo Sonsoles en la Moncloa
La mujer de Rodríguez Zapatero, Sonsoles Espinosa, es habitual de la diseñadora Elena Benarroch (fue quien la vistió, por ejemplo, en la boda del príncipe). Su estilo sencillo y moderno, a veces algo hippy, y su corte de pelo a lo garçon ya se han hecho muy famosos. En la noche de las elecciones, multitud de fotógrafos se fijaron en sus grandes pulseras étnicas. Se rumorea que son un diseño del propio Felipe González.
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