domingo, 30 de noviembre de 2008

ESTALLA BURBUJA DEL ARTE RUSO

Por Marina Denysenko BBC
El mercado de arte ruso se disparó en los últimos años, boyante gracias a que acaudalados empresarios y financieros invirtieron fortunas en pinturas y esculturas.

Pero esta burbuja, como tantas otras, parece que se reventó. Las principales casas de subasta no han podido vender muchas de sus obras en Londres esta semana.

Cientos de marchantes de arte y coleccionistas concurren en cuatro casas de subastas dos veces al año, en noviembre y en junio, para adquirir pinturas, joyas, porcelanas, piezas de Faberge e íconos. Pero esta semana no transcurrió como ya era costumbre.

Los años de batir récords con cada venta se acabaron. Los subastadores están teniendo dificultades para lograr vender las piezas incluso por los estimados más bajos.

En total, Sotherby's produjo US$38 millones, menos que su estimado mínimo de antes de la venta, que era de US$46 millones. Su principal rival, Christie's, vendió casi US$21,5 millones, US$12 millones menos de lo que calculó en el peor de los casos.

Lo mejor posible

Ambas casas alegan que hicieron lo mejor posible, dadas las circunstancias.

"En el actual ambiente económico, estamos muy complacidos con el total que logramos", aseguró Jo Vickery, la directora del departamento de arte ruso de Sotherby's.

Obras del vanguardismo ruso del principio del siglo XX fueron las más populares, alcanzando los precios más altos en las subastas; el Desnudo Reclinado de Mikhail Larionov se vendió por US$2,12 millones en Sotherby's, y la Naturaleza Muerta con Sandías de su esposa, Natalia Goncharova, por US$2,3 millones.

Eso fue un alivio para los subastadores, que pudieron vender piezas como esas por un poquito más que su más bajo estimado.

Y es que desde el primer día de ventas ya se percibía cuán gris era la situación, cuando la joya de la colección de arte ruso de Christie's, una magnífica sopera de plata que perteneció a la czarina Caterina II no alcanzó ni el mínimo requerido -US$600.000- para poderse vender.

Anthony Phillips, el director internacional de Christie's, no pudo ocultar su desilusión. "Refleja la situación en el mercado. Estamos pasando tiempos difíciles".

Adiós a la euforia

El contraste con el año pasado es fuerte. Entonces, Christie's apareció en la prensa por la razón opuesta: le había vendido un exquisito huevo de Faberge a un coleccionista ruso por US$13.65 millones.

"Es evidente que desapareció la euforia del pasado. Ya no se paga diez veces más de lo que se calculaba, ya no hay muchas ofertas telefónicas y muchas piezas se quedan sin vender", señala Tatiana Markina, del diario económico ruso Kommersant.

Los expertos de arte dicen que el mercado está en un limbo en el que los compradores no quieren pagar los precios existentes mientras que los vendedores no quieren aceptar la nueva realidad.

Y lo más decepcionante para las casas de subastas es que habían estado haciendo un gran esfuerzo para promover sus imágenes en Rusia y Ucrania, el otro mercado postsoviético emergente.

Hay varios cientos de coleccionistas en Rusia y Ucrania y muchos quieren adquirir una colección de buena calidad, señala Elisaveta Meshkvicheva, una marchante de arte.

A pesar de lo que se piensa, agrega Meshkvicheva, pocos de estos coleccionistas consideran estas compras como una inversión y varios compran obras de arte para llevarlas de vuelta a su lugar de origen.

Pero pocas piezas terminan en lugares públicos.

El año pasado, por ejemplo, uno de esos coleccionistas compró uno de los huevos de Faberge "para retornarlo al contexto de la cultura rusa, a la que pertenece". Pero, como señala Markina, ese poco conocido museo nacional en el que está expuesto existe en "la realidad virtual", y no está abierto al público.

1 comentario:

Anónimo dijo...

definitivamente no es momento de comprar arte. si es que se quiere hacer una buena inversion.

mejor comprar bienes en un rato. cuando bajen de precio.

uf! comenté!