domingo, 21 de septiembre de 2008

NOS SUPERMERCADEAMOS



Lo que fue Roma, es hoy Norteamérica: un Imperio, todo, la gran tienda. Aquí se duerme lo justo: la mayoría de los supermercados viven las 24 horas, no diferencian el sol de su opuesto. Al insomnio le ponen sedantes, al estrés lo aderezan con ansiolíticos.

A pesar de que la obesidad, según el Centro de Ciencias de la Salud de Colorado, aumentó un 40% en las últimas décadas, los pioneros de las refrescos light, de las comidas orgánicas, pierden en el mercado frente al tragar de las cómodas “fast food”.

El “Rey Burger”, “Burger King” y sus caballeros de la redonda hamburguesa, acogen en su corte la mayor cantidad de fieles gordos del mundo, súbditos de la comida basura, incondicionales de los precocinados de cartón y plásticas vitaminas. Gracias al hechizo, al conjuro de la Publicidad, al mago Televisor, comen.

Eric Hobsbawm dice que “el siglo XX puso fin a siete mil años de vida centrada en la agricultura desde que aparecieron los primeros cultivos, a fines del paleolítico. La población mundial se urbaniza, los campesinos se hacen ciudadanos”. La vida natural se acaba. Y eso es el mall o shopping center, el templo al que peregrinen los devotos consumidores, cambiando la misa dominical y su paseo en la mañana por una inagotable fe en el camino, la carretera, la cual los  lleva hacia el Dios Consumo, hacia el éxtasis que les conduce la scala dei mecánica de la oferta.

Pero en Boulder, Denver, Colorado, donde vivo actualmente, hasta los mayores contradicen la obesa estadística. Desde mi apartamento puedo ver cómo corren, cómo suben por las Montañas rocosas, incluso nevando.

Los “boulderitas” viven el extremo salutífero: comida orgánica, gimnasio: son campestres. Aquí es ilegal matar a un pájaro dentro de los límites de la ciudad, o ser el dueño de una mascota (legalmente, los ciudadanos sólo son "supervisores").

Boulder es el reino de las religiones new age, de la paz y la meditación, del yoga. Hay una universidad, fundada por un Lama, que se dedica exclusivamente a temas espirituales.

He visto pasear por el Boulder Creek, un río que atraviesa el pueblo, a monjes budistas calzados con “nike”. En Boulder, una población que cuenta con una de las normativas antifumadores más estrictas del país, un actor que aparecía en una obra teatral de aficionados fue amenazado con su detención inmediata si persistía en seguir fumando un cigarrillo en escena, como demandaba la obra.

Reciclar en Boulder es ley. Tirar basura a la calle se multa con 1000 dólares o 90 días de cárcel.

Es el lugar donde fabricaron las lentes del Hubble, donde Stephen King tuvo casa, donde fueron a la Universidad los creadores de South Park, cuna de la actriz Kristin Davis, la de “Sex in the City”, donde creció Scott Carpenter, un autronauta de la NASA que bautizo a su cápsula espacial “The Aurora 7” en honor a las calles donde vivió: Aurora con la con la 7th Street. Aquí se encuentran las oficinas de diseño de la corporación Google.
Aquí se consume, pero también Naturaleza.      

No hay comentarios: