lunes, 22 de septiembre de 2008

SIEMPRE NOS QUEDARÁ PARÍS

Ciudades en claroscuro
Por Susana Reinoso

La calle Mouffetard es uno de esos rincones parisienses que seducen y atrapan. En un hotelito de esa postal francesa vivió y murió Paul Verlaine. Y Ernest Hemingway prohijó su tributo a la ciudad donde escribió intensamente, en su París era una fiesta : "Si tienes la suerte de haber vivido en París cuando joven, luego París te acompañará, vayas donde vayas, el resto de tu vida, ya que París es una fiesta que nos sigue…"

Es la calle más antigua de la ciudad y sale detrás del Panteón, a continuación de la calle Descartes. Serpentea, angosta y singular, entre la Plaza Monge y la Plaza de la Contrescarpe, colmada de casas viejas, puestos ambulantes, cafés, restós y librerías.

Su ubicación marginal en el escenario de la ciudad la convirtió, durante largo tiempo, en un sitio de borrachos y malvivientes.

En un atelier del cuarto piso, frente a la Plaza de la Contrescarpe, vivió Hemingway. En la casa hay una placa que registra el homenaje de París al escritor norteamericano, con una frase de su libro: "Aquí pasamos el tiempo en que éramos pobres, pero felices".

Arriba de Mouffetard, en la Plaza de la Contrescarpe, se celebra la fiesta nacional de Francia, el 14 de julio. Y el rincón se llena de gente dispuesta a festejar la vida, de puro gusto nomás, y los ecos de una revolución, que aunque deshilachada en el tiempo, aún es orgullo nacional.

La calle, en cuyo café La Chope Hemingway detenía el tiempo cuando escribía, suele ser el rincón preferido de los estudiantes de la Sorbona y los turistas, particularmente los buenos lectores, y los norteamericanos que se fotografían con sus caras típicamente rosadas, frente a la que fue la casa de Hemingway. 

Es curiosa la forma en que algunos sitios consiguen su singularidad. En el caso de la calle Mouffetard, gracias a los fantasmas de los escritores que alguna vez la eligieron para vivir sus sueños.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Bonito..leer esto,me hace recordar muchos momentos felices.
Estuve en esa calle...
Siempre nos quedará La Habana,Paris,Helsinki..Amsterdam.!

Anónimo dijo...

Muchacha, la metáfora no necesita develarse... A ver cuando nos vemos finalmente en París, aunque no haya ciudades; solo demonios...pobre tipo, no entendió creyendo que sabía....ese será tu secreto para que no sea tu vergüenza.

laveitia dijo...

Me inquieta tu sutileza lapidaria.Como siempre. Te parece bien, Urbano Noris?.