lunes, 20 de octubre de 2008

DOS SEMANAS FUERA

¿SON INFLUYENTES LOS LECTORES DE BLOGS?

Por JUAN FREIRE (SOITU.ES)

Existe una percepción generalizada entre buena parte de los internautas y especialmente entre aquellos más activos en los medios sociales de que ellos son más influyentes que el resto de la población sobre las opiniones y decisiones de otros, utilicen o no internet. Una segunda percepción tiende a asumir que la información y opiniones que se difunden en los medios digitales, y en particular en los blogs, tienen una influencia elevada sobre la audiencia, mayor que la de los medios convencionales (prensa, radio o televisión). ¿Qué existe de cierto en estas dos percepciones?

Hace un tiempo aportaba los resultados de una serie de experimentos y modelos que ponían en duda que los considerados influyentes lo fuesen realmente en el márketing viral, por lo que las estrategias de márketing deberían orientarse más a una difusión amplia de los mensajesque focalizarse en unos pocos nodos considerados influyentesUna reciente encuesta realizada en España a lectores de blogs aporta información complementaria de interés.

La iniciativa ha nacido de Weblogs SL, la principal empresa dedicada al desarrollo de blogs temáticos comerciales en España, para tratar de aportar datos objetivos que apoyen su apuesta ante marcas y empresas por los blogs como vehículos de comunicación y márketing. El estudio ha sido promovido en concreto por Social Media, fundada por el antiguo equipo comercial de Weblogs SL y dedicada a gestionar la publicidad de algunos de los blogs más populares en España.

Esta empresa encargó al instituto de investigación de mercado GFK un estudio sobre "blogs, influencia y publicidad" [1] realizado mediante una encuesta 'online' a 920 lectores de blogs mayores de 15 años que los autores consideran representativos de la población de internautas españoles. Es discutible su representatividad, dado que se seleccionaron por haber leído blogs en el último trimestre (no todos los internautas leen blogs) y aproximadamente un tercio se eligieron por haber leído blogs de Weblogs SL. Aún así, dada la popularidad de los blogs de esta empresa, posiblemente los resultados no estén demasiado afectados por esta premisa.

Para la difusión de los principales resultados del estudio puede consultarse una presentación disponible aquí (pdf) o en Slideshare:

domingo, 19 de octubre de 2008

10 RAZONES DEL FRACASO DE LA PRENSA ESCRITA



Tomado de Mangas Verdes 

Muy, pero que muy interesante el artículo ‘10 reasons why newspapers won’t reinvent news‘ de Xark!, en el que se exponen 10 razones por las que nadie puede esperar que sea el periodismo tradicional el que reinvente el modelo de comunicación y lidere la oferta de información en la web.

Pensaba hacer alguna puntualización, pero a medida que iba leyendo he ido confirmando mi identificación con cada uno de los puntos. Así que he decidido traducir libremente el artículo, intentando respetar al máximo los titulares de cada punto y aportar lo que me ha parecido conveniente en los desarrollos. Un artículo que debería figurar enmarcado en los despachos y las redacciones de toda empresa periodística tradicional (que pretenda sobrevivir).

  1. La audiencia principal de los periódicos aún no demanda el cambio: el grueso de los consumidores de medios de papel se sitúan en una franja de edad en la que Internet no tiene especial protagonismo. Sin embargo, esa franja ha ido envejeciendo con el tiempo y lo hará aún más en los próximos años. Las nuevas generaciones, ésas que estarían llamadas a convertirse en sucesores, son francamente partidarias de la web.
  2. El modelo empresarial de la prensa es una reliquia de la era del monopolio de la información: la escasa visión de futuro y el culto a la rentabilidad inmediata provocan que las empresas periodísticas no elaboren estrategias de inversión o reinversión a medio y largo plazo. “Internet no provoca beneficios y, por tanto, no vamos a invertir más allá de lo indispensable en ella”.
  3. Las redacciones tradicionales están ancladas en una idea fatal: todo lo nuevo es peligroso. No descubrimos nada nuevo si decimos que las redacciones tradicionales miran con desconfianza, cuando no con abierta agresividad, todo lo que se mueve en Internet, especialmente lo que tiene que ver con la comunicación. Muchos de los responsables de esas redacciones, lejos de fomentar el cambio y el acercamiento, el reciclaje, mantienen una actitud de soberbia: rechazan cualquier cambio que no cuente con su consentimiento.
  4. No hay investigación ni planes de reciclaje, no ven lo que se les viene encima, no cuentan con las herramientas necesarias para sobrevivir ni sabrán utilizarlas cuando las adquieran.

    Ejercicio práctico para directores de periódicos: reúna a todo su staff, reparta papel y bolígrafo e invíteles a escribir una etiqueta o enlace de hipertexto sobre la noticia en la que estaban trabajando. Si muchos son incapaces, usted tiene un problema. Si ninguno puede, está usted ante una grave crisis”.

    Lo cual no es sino el resultado de la ausencia de políticas de desarrollo de personal y de los despidos no justificados con la excusa del recorte presupuestario.

  5. Los periódicos carecen de personal tecnológico y creativo cualificado: no abundan los programadores, diseñadores web, gestores de bases de datos, artistas del mashup, codificadores de XHTML/CSS, redactores multimedia, animadores expertos en Flash, comunicadores gráficos, infógrafos 2.0… En lugar de eso, las nóminas se hinchan con pluses y sueldos de dinosaurios resentidos que aún se pelean con sus cuentas de correo electrónico.
  6. La inercia, la incertidumbre y la parálisis presiden la mayoría de las empresas periodísticas tradicionales. Incluso aunque las empresas tengan en la recámara cuadros inteligentes y preparados para tomar el testigo de la dirección en el futuro, éstos no podrán hacer nada frente a una competencia, los medios nativos digitales, que les llevan una ventaja insalvable. Pero es aún peor cuando los auténticos innovadores son expulsados o marginados ante el pánico que provocan las crisis y los cambios.
  7. Los anuncios por palabras dan más dinero que los banners: es la excusa reina entre los gerentes de empresas tradicionales. Y, aunque te cueste creerlo, es totalmente cierto. Hasta que Internet no se configure como el principal canal comercial del mercado publicitario, las cosas seguirán así. ¿Pero es eso un argumento que deba tomar en consideración el responsable de una empresa que pretenda remontar el presente y triunfar en un futuro a medio plazo? Es la diferencia entre el cortoplacismo suicida y las estrategias comerciales a largo plazo.
  8. La prensa ha perdido ya uno de sus factores de venta fundamentales: la ‘moneda social’. Lo podemos llamar también ‘conversación’. En 2008, todo el discurso político relevante ha tenido lugar en la Red. Periódicos y televisiones no han sido más que una sombra pálida de cuanto acontence en Internet. Y el espectáculo no ha hecho más que comenzar.
  9. La conexión entre calidad y rentabilidad se ha roto definitivamente: se ha advertido por activa y por pasiva. Lo hemos hecho los profesionales inquietos, lo han hecho los bloggers interesados en la materia y lo ha hecho la ciudadanía a través de todos los medios que ha podido: la calidad de la información periodística está por los suelos. La obsesión por el beneficio a corto plazo recortando la calidad es obviamente una estrategia para el fracaso, y la oleada reciente de despidos de profesionales contrastados sólo ha acelerado el proceso. Los periodistas admiten esto en privado, pero el problema es que el público ya lo sabe.
  10. Las empresas periodísticas odian el periodismo… moderno: las empresas periodísticas no sobrevivirán a la revolución de la comunicación si la gente que las integra continúa oponiéndose a las reglas, a las convenciones y a la cultura misma de esa revolución. Usted jamás reciclará con éxito su empresa si continúa castigando a los innovadores, matando a los mensajeros, recompensando a los medradores políticos y mascullando en la barra del bar que la culpa de todas sus desgracias la tiene… el futuro.

sábado, 18 de octubre de 2008

VAMOS A COMERCIALES. TV CUBANA

Con fallas de origen y todo. Tan auténtico como era.
La Calabacita DE 1979.Esta era la primera no?

EXITOS DEL AYER

Bueno, ver esto es increíble.
Tony Calá con la primera orquesta que lo lanzó. Después el Tosco se lo apropió.
El programa y sus amimadores son piezas de un rompecabeza para quien intente saber que pasó
Los dejo con la Ritmo Oriental cantando Tony Calá en el programa Joven Joven que presentaban Carlos, Raquelita, Jorge Ali, Inesita e Ileana.
Las caricaturas de mi amigo y en ese momento mi cuñado René García.  Para él es este homenaje.


CAMINO AL OSCAR A LA MEJOR PELÍCULA EN LENGUA NO INGLESA

Academy awards. Kodak theatre
lososcar2009.blogspot.com
La Academia de Hollywood ha dado a conocer hoy la lista de 67 películas preseleccionadas para la categoría de mejor película de habla no inglesa. En total, son cuatro películas más que el año pasado. Ninguna novedad con respecto a los anuncios anteriores, salvo la aparición del Reino Unido, que compite con una película hablada en galés. España está representada por "Los girasoles ciegos", aunque la opción latina más potente es la argentina "Leonera" 

Afganistán: “Opium War,” Siddiq Barmak, director;
Albania: “The Sorrow of Mrs. Schneider,” Piro Milkani and Eno Milkani, directors;
Argelia: “Masquerades,” Lyes Salem, director;
Argentina: “Lion’s Den,” Pablo Trapero, director;
Austria: “Revanche,” Gotz Spielmann, director;
Azerbayán: “Fortress,” Shamil Nacafzada, director;
Bangladesh: “Aha!,” Enamul Karim Nirjhar, director;
Bélgica: “Eldorado,” Bouli Lanners, director;
Bosnia y Herzegovina: “Snow,” Aida Begic, director;
Brasil: “Last Stop 174,” Bruno Barreto, director;
Bulgaria: “Zift,” Javor Gardev, director;
Canadá: “The Necessities of Life,” Benoit Pilon, director;
Chile: “Tony Manero,” Pablo Larrain, director;
China: “Dream Weavers,” Jun Gu, director;
Colombia: “Dog Eat Dog,” Carlos Moreno, director;
Croacia: “No One’s Son,” Arsen Anton Ostojic, director;
República Checa: “The Karamazovs,” Petr Zelenka, director;
Dinamarca: “Worlds Apart,” Niels Arden Oplev, director;
Egipto: “The Island,” Sherif Arafa, director;
Estonia: “I Was Here,” Rene Vilbre, director;
Finlandia: “The Home of Dark Butterflies,” Dome Karukoski, director;
Francia: “The Class,” Laurent Cantet, director;
Georgia: “Mediator,” Dito Tsintsadze, director;
Alemania: “The Baader Meinhof Complex,” Uli Edel, director;
Grecia: “Correction,” Thanos Anastopoulos, director;
Hong Kong: "Painted Skin,” Gordon Chan, director;
Hungría: “Iska’s Journey,” Csaba Bollok, director;
Islandia: “White Night Wedding,” Baltasar Kormakur, director
India: “Taare Zameen Par,” Aamir Khan, director;
Irán: “The Song of Sparrows,” Majid Majidi, director;
Israel: “Waltz with Bashir,” Ari Folman, director;
Italia: “Gomorra,” Matteo Garrone, director;
Japón: “Departures,” Yojiro Takita, director;
Jordania: “Captain Abu Raed,” Amin Matalqa, director;
Kazajistán: “Tulpan,” Sergey Dvortsevoy, director;
Corea del Sur: “Crossing,” Tae-kyun Kim, director;
Kirguistán: “Heavens Blue,” Marie Jaoul de Poncheville, director;
Letonia: “Defenders of Riga,” Aigars Grauba, director;
Líbano: “Under the Bombs,” Philippe Aractingi, director;
Lituania: “Loss,” Maris Martinsons, director;
Luxemburgo: “Nuits d’Arabie,” Paul Kieffer, director;
Macedonia: “I’m from Titov Veles,” Teona Strugar Mitevska, director;
Mexico: “Tear This Heart Out,” Roberto Sneider, director;
Marruecos: “Goodbye Mothers,” Mohamed Ismail, director
Países Bajos: “Dunya & Desie,” Dana Nechushtan, director;
Noruega: “O’Horten,” Bent Hamer, director;
Palestina: “Salt of This Sea” Annemarie Jacir, director;
Filipinás: “Ploning,” Dante Nico Garcia, director;
Polonia: “Tricks,” Andrzej Jakimowski, director;
Portugal: “Our Beloved Month of August,” Miguel Gomes, director;
Rumanía: “The Rest Is Silence,” Nae Caranfil, director;
Rusia: “Mermaid,” Anna Melikyan, director;
Serbia: “The Tour,” Goran Markovic, director;
Singapur: “My Magic,” Eric Khoo, director;
Eslovaquia: “Blind Loves,” Juraj Lehotsky, director;
Eslovenia: “Rooster’s Breakfast,” Marko Nabersnik, director;
Sudáfrica: “Jerusalema,” Ralph Ziman, director;
España: “The Blind Sunflowers,” Jose Luis Cuerda, director;
Suecia: “Everlasting Moments,” Jan Troell, director;
Suiza: “The Friend,” Micha Lewinsky, director;
Taiwán: “Cape No. 7,” Te-Sheng Wei, director;
Tailandia: “Love of Siam,” Chookiat Sakveerakul, director;
Turquía: “3 Monkeys,” Nuri Bilge Ceylan, director;
Ucrania: “Illusion of Fear,” Aleksandr Kiriyenko, director;
Reino Unido: “Hope Eternal,” Karl Francis, director;
Uruguay: “Kill Them All,” Esteban Schroeder, director;
Venezuela: “The Color of Fame,” Alejandro Bellame Palacios, director.

viernes, 17 de octubre de 2008

BREVES ESTACIONES PARA HÉCTOR VEITÍA

Foto de Héctor Veitía


Un nuevo espacio para la creación cinematográfica nacional ha abierto sus puertas en el Canal Habana. Justamente, el pasado domingo 14 de septiembre, Breves estaciones –que es el nombre del programa– dedicó su edición a la obra del cineasta Héctor Veitía, autor de un número considerable de importantes cortos documentales. 

Vale la pena celebrar no sólo la idea de difundir, de modo sistemático y hasta docente, lo mejor de los documentales cubanos a través de sus múltiples facetas y de las distintas generaciones que los han producido.

Héctor Veitía es uno de esos nombres que junto a Oscar Valdés, Sara Gómez Yera y Bernabé Hernández, entre otros, atesoraron un cúmulo de testimonios e imágenes sobre costumbres, sobre esos hechos cotidianos que forman un imaginario de donde brota el genio de nuestra identidad. 

Muy inclinada su obra hacia clásicos de nuestra literatura del siglo pasado (Nicolás Guillén, Alejo Carpentier), Veitía ha sabido crear una expresión cinematográfica que aúna el testimonio real, o histórico, abordándolo desde una mirada eminentemente artística. Breves estaciones escogió para esta oferta uno de sus cortometrajes dedicado a una intervención especial del autor de El reino de este mundo (1949) sobre La Habana así como esa joya del género titulada La herrería de Sirique,(1966)1. Dedicada a aquella célebre peña de la Esquina de Tejas, nos sumerge en el recuerdo de los más puros intérpretes de la Vieja Trova de aquellos tiempos inolvidables.

Por cierto que no considero apasionada la siguiente afirmación: La herrería de Sirique y Nosotros, la música, de Rogelio París, conforman un clásico de dos cabezas, es decir, un díptico único, el más audaz y profundo que le haya dedicado el cine a las manifestaciones de nuestra música popular en fecha tan temprana como la década de los sesenta.

Una cámara firme, en manos de Mario García Joya y Marucha, que se asienta también sobre una galería de fotos fijas también de estos autores, registra la afición y el disfrute de los asistentes escuchando cantar a María Granados –acompañada aquí por el legendario Nené Enrizo y su nieto– una desconocida e insólita canción del viejo Rosendo Ruiz y disfrutando, al compás de un son que interpreta el conjunto Guarina, la magia de una pareja de baile improvisando y expresando la gracia innata de nuestros ritmos. 

No por azar, Veitía ha cultivado la fotografía como gran artista del lente que es. En una breve entrevista para el programa, Veitía declaraba su presencia asidua por aquella herrería por donde desfilaban todos los grandes: desde Sindo Garay hasta los más jóvenes. 

Lo importante era la atmósfera lograda en aquel público fiel y al mismo tiempo renovador. La escondida poesía de los barrios aparece en la secuencia final del documental cuando Sirique, el más sencillo anfitrión, recoge objetos rodeado de sillas vacías que hablan el más legítimo lenguaje de lo cubano.
La Habana, 14 de septiembre, 2008

El documental La herrería de Sirique contó con la dirección de Héctor Veitía y la fotografía de Mario García Joya y Marucha. La edición estuvo a cargo de Roberto Bravo y el sonido de Germinal Hernández

jueves, 16 de octubre de 2008

LA NUEVA NOVELA LATINOAMERICANA

Sergio Ramírez
La Insignia. Nicaragua, octubre del 2008.

¿Se escribirá la nueva novela latinoamericana en inglés? 

Me hago la pregunta ante la aparición en Estados Unidos de una novedosa lista de jóvenes narradores cuya lengua literaria viene a ser el inglés, a pesar de sus inmediatas raíces latinoamericanas, dos estrellas fulgurantes entre ellos: el hijo de emigrantes dominicanos, Junot Díaz (1968), y el hijo de emigrantes peruanos Daniel Alarcón (1977), ambos llegados muy niños con sus padres a las equívocas tierras del sueño americano.

No es nuevo para una literatura como la anglosajona que su cartelera sea alimentada constantemente por nombres de inmigrantes, o hijos de inmigrantes que abandonan la lengua ancestral para escribir en la nueva, en la que les toca crecer, aunque conserven su calidad bilingüe, el idioma materno en la casa, y el inglés en la escuela y en la calle.

Podemos empezar con los ejemplos de Joseph Conrad, que ni siquiera hablaba bien el inglés, y cuando en las conversaciones con su editor, con el que no se llevaba bien para nada, montaba en cólera, se enredaba en su bronco acento polaco hasta farfullar incoherencias. Pero es uno de los grandes maestros estilistas de la lengua inglesa, igual que lo es Vladimir Nabokov, cuya lengua materna era el ruso, y aprendió el inglés de labios de su haya británica. Sin El corazón de las tinieblas, de Conrad, y sin Lolita, de Nabokov, la literatura anglosajona sería manca, o renca.

Hoy, la literatura de la lengua inglesa de los comienzos de este siglo, es una literatura de inmigrantes, en la que hay dos mundos presentes disputándose al autor. El viejo mundo de sus padres, y no pocas veces el de ellos mismos, el de allá lejos, con todo el poder de su color local, extravagante y sangriento, y el nuevo mundo de su adopción, que golpea en la experiencia narrativa con su novedad, y su extrañeza. Narran el choque de dos mundos, que a veces resulta en una catástrofe, y a veces en una epifanía.

Junot Díaz ganó este año el premio Pulizter, el más prestigiado de los Estados Unidos, con su primera novela La maravillosa vida breve de Oscar Wao, después de haber cosechado fama con su libro de cuentos Drown (El ahogado). Mientras tanto, Daniel Alarcón, nominado entre los 21 mejores novelistas jóvenes de Estados Unidos por la revista Granta, estremeció a la crítica con su novela Radio Ciudad Perdida, publicada en 2007.

Separados por una década en cuanto a sus fechas de nacimiento, algo que en la vorágine de la literatura latinoamericana puede convertirse en una brecha insondable, además de su doble hilo común, el inglés como lengua de expresión literaria, y su condición de emigrantes, o hijos de emigrantes, se identifican todavía más por otro factor que llevan en sus propios genes literarios: los fantasmas de la realidad latinoamericana que nos persiguen a todos, escribamos en español, o en inglés. Y cuando digo realidad estoy hablando de la que tiene que ver con la vida pública, los horrores y alucinaciones de la realidad social y política, la que proviene de la historia reciente, o de la historia lejana. Los pasmosos excesos dictaduras, el crimen, la tortura, los desaparecidos. República Dominicana y la dictadura de Trujillo; Perú y Sendero Luminoso. Los viejos fantasmas salidos de los sótanos de los palacios presidenciales, no dejan de hacer sonar sus cadenas al arrastrarlas.

Y esos fantasmas traspasan las fronteras de Estados Unidos como tantos otros clandestinos, escondidos en los genes, o en el equipaje de los emigrantes que un día serán escritores de primera línea. Fantasmas mojados, que no se dejan quitar de en medio.

En La maravillosa vida breve de Oscar Wao, el Generalísimo Trujillo y toda su cohorte de personajes siniestros, su hijo Ramfis, heredero fugaz del trono, su yerno Porfirio Ruborosa, el precursor de los playboyes, el refinado torturador Johnny Abbes García, que utilizaba a un enano en las mazmorras para triturar entre sus dientes los testículos de los prisioneros, el recatado doctor Balaguer que siempre estará lavándose la sangre de las manos, acompañan a la novela. Y la atmósfera luciferina del trujillato estará siempre en los peores sueños de los personajes convertidos en emigrantes, y siempre estarán volviendo a esa atmósfera, poniendo de nuevo cada vez un pie en la isla de la que se fueron, el infierno disfrazado de paraíso, aunque les cueste la vida.

Mientras tanto, la narración discurre en un inglés salpicado a cada paso de español del Caribe, que es el mismo español que han traído consigo los inmigrantes de Nueva Jersey, adonde el novelista recaló de niño con sus padres. Si es dueño de dos mundos, también es dueño de dos lenguas, o más bien de una lengua hendida, viva y despierta.

Daniel Alarcón, en cambio, recaló a los 3 años con sus padres en Alabama. En Radio Ciudad Perdida, un niño campesino, desamparado, que viene a la capital desde lo hondo de la sierra, se presenta delante de la conductora de un programa de radio con la lista de desaparecidos de su pueblo arrasado por la violencia ciega. Matan sin piedad los alzados en armas de Sendero Luminoso, y también mata sin piedad el ejército que reprime. La piedad y la justicia han dejado de existir para los más pobres, aplastados por el poder clandestino, y por el poder oficial.

No hay una línea en Radio Ciudad Perdida que diga que se trata del Perú, pero es el Perú, o cualquier otro país de Latinoamérica poseído por sus fantasmas, o por sus maldiciones. El destino maldito, el mismo fukú dominicano de la novela de Junot Díaz, herencia de los esclavos africanos, del que no puede librarse los personajes de su novela, ni los de la novela de Daniel Alarcón. Y tampoco pueden librarse de la violencia, personaje que ejerce su propia soberanía y que no los abandona ni en los sueños, estén donde estén, en la tierra que dejaron, o en la tierra a la que llegaron. Ni podemos librarnos nosotros, autores o lectores.

Masatepe, octubre del 2008.


miércoles, 15 de octubre de 2008

CIBERSEXO



Internet es un medio en ciernes, por raro que pueda sonar. Su presencia en la vida diaria nos hace olvidar fácilmente que hasta hace poco tiempo no contábamos con esa posibilidad. Internet, entre otras muchas cosas, ha estimulado la fantasía de un buen número de personas y además les ha facilitado ponerse en contacto con otras que tienen intereses afines. De ahí que se vayan generando grupos y subculturas internáuticas. La evolución de la red ha sido tan rápida, que aún estamos empezando a comprender sus implicaciones en nuestra vida, individual y colectivamente.

Existen foros con distintos tipos de intereses sexuales y hoy queremos hablar de uno en concreto: el club de las esposas promiscuas y los maridos mirones. Este grupo participa en foros y suministra vídeos de sus aventuras sexuales que cuelgan en la red.

Los vídeos generalmente estánfilmados por el propio marido. Su mujer aparece "dándose el lote" con uno o varios hombres en distintos tipos de lugares y situaciones. En su perfil suelen explicar que están contentos con los roles que asumen: ella, cobrando el protagonismo y teniendo sexo con quien se tercie, y él, grabando cada instante de sus aventuras.

El reto, para los integrantes del club, escrear escenas cada vez más originales y en ocasiones con un mayor número de participantes. Por ejemplo, puede darse el caso de que la pareja esté de viaje, o de vacaciones, y se encuentre en la habitación del hotel en que se hospedan. La mujer, tras arreglarse para la ocasión, baja al bar del hotel y pide una copa. No tarda mucho tiempo en despertar el interés de algunos de los caballeros a su alrededor. Ella los seduce y termina citándolos en su habitación.

El esposo ya tiene todo preparado para grabar la escena una vez que vuelve la esposa y van llegando sus presas. Como es posible imaginar, la apariencia física de las parejas del club es muy variada. Casi todas las mujeres son maduras. Algunas de ellas son bastante atractivas y hay otras que presentan un aspecto menos cuidado. Sin embargo, la fantasía y el morbo son algo común a todas ellas.

Paradójicamente, los maridos nunca aparecen en estos vídeos amateur. En la vida cotidiana está claro que, si la mujer es identificable, también lo será su pareja. Sin embargo, en el mundo virtual que ofrece internet, los maridos se mantienen en el anonimato casi siempre, y no dan la cara.

Algunas de las escenas que presentan las parejas del club son muy subidas de tono y dejanpoco para la imaginación. Lamentamos decir que las medidas de protección y de seguridad durante las relaciones sexuales no siempre son las recomendables. En ocasiones se asumen riesgos que son completamente innecesarios para el disfrute. Es imprescindible usar preservativo cuando se tiene sexo con desconocidos. Internet también puede ser un medio en el que podemos propagar este mensaje.

¿Conoces este fenómeno en internet? ¿Qué te parece? ¿Te atreverías a formar parte de una situación de este tipo? ¿Qué opinas sobre tener relaciones sexuales sin protección con desconocidos?

martes, 14 de octubre de 2008

EL CONSUMIDOR ANTE LAS MARCAS

El estudio Morillas Brand Design, especializado en identidad de marca, acaba de editar "Theel" un libro dividido en dos volúmenes en el que explican el mecanismo de funcionamiento de las marcas desde dos puntos de vista: el reflexivo y el cerebral.

Ahora que estamos inmersos en plena crisis (y lo que te rondaré), "Theel" –el libro que acaba de presentar Morillas Brand Design y cuyo título parece ser que es un juego de palabras que une "Think" y "Feel"–, viene que ni pintado para saber el efecto que las marcas y todo en entramado que las sustenta ejercen sobre los consumidores. Algo que puede servirnos para aprender a consumir más responsablemente o, por lo menos, no hacerlo de forma impulsiva.

En "Feel" el estudio aprovecha para hacer un repaso de sus trabajos para compañías tan conocidas como Trident, Huesitos, Bimbo, Mahou, Danone... Pero, si nos lo permiten, y a pesar de la innegable calidad de estos trabajos de Morillas, el volumen que más ha llamado nuestra atención es justamente su pareja: "Think".

En "Think" los autores descubren algunos de los secretos de los magos del sector de la creación de marca, de la distribución o del punto de venta. Como sucede cuando asistimos a un espectáculo de ilusionism, a pesar de saber que hemos sido víctimas de un engaño, no por eso dejamos de asombrarnos de la habilidad y destreza del mago.

Así es como se queda uno cuando lee cómo las marcas juegan con los conceptos de "salud", "prevención", "sanación", cómo nos generan necesidades superfluas las marcas de lujo, cómo cambia nuestra percepción según se adjetiven los productos con términos como "maxi", "mini", "ecológico", cómo se colocan los productos en los diferentes estantes del lineal para aumentar las ventas o cómo la variación de la música de los supermercados influye en que el cliente demore o no su estancia en el local.

Capítulo aparte merecen los epígrafes sobre los conceptos de "Precio" –entre los que se encuentran los tan habituales "precio recomendado", "precio redondo", "precio básico"–, sobre los productos "replicantes", en los que aparecen productos muy parecidos entre sí tanto en su imagen, género e incluso envase y envoltorio–, los dedicados a la política y sus estrategias para captar el voto y, por último, el de las marcas sociales "aquellas que provlaman lo que quieren ser", no lo que realmente son.

Un libro muy interesante, ameno y, por encima de todo muy útil porque, en realidad, "Theel" no habla de las marcas, habla de nosotros, habla de usted.

lunes, 13 de octubre de 2008

OUTSIDE MAN

Lee’s persona can seem intimidating. “People think I’m this angry black man walking around in a constant state of rage,” he complains. Photograph by Platon.

Les invito a revisar la entrevista que le hace THE NEW YORKER a este cineasta que la vejez esta volviendo reservado y precavido.....


COMO GOBERNARAN INTERNET


La campaña electoral norteamericana ha pasado ya por múltiples fases en cuanto a los temas de debate de los candidatos y entre la opinión pública. 

Internet solo afloró puntualmente cuando John McCain reconoció su limitado conocimiento de la red y sus nulas destrezas digitales. Fue una anécdota dentro de la campaña, pero a la vez era un excelente indicador de las visiones de ambos candidatos acerca de cómo se deben gobernar las infraestructuras y tecnologías digitales. No olvidemos que esas decisiones afectarán a cómo se regulan, o no, las comunidades y redes digitales en EEUU y, no es difícil aventurarlo, en buena medida en el resto del mundo. 

Para completar el escenario no debemos olvidar que mientras la campaña en internet de John McCain (y en su momento la de Hillary Clinton) es bastante convencional y sigue las estrategias analógicas clásicas, la 'Obama Online Operation' ha supuesto un cambio radical, iniciado ya por Howard Dean y Joe Trippi en 2004, que le ha permitido desarrollar innumerables redes de activistas locales y lograr cifras récord en la financiación obtenida a través de la web. Pero, una vez que vemos como ambos candidatos utilizan internet para acción política, ¿que visión tienen del futuro? Tim Wu publicó en Slate hace pocas semanas un interesante análisis comparativo de las propuestas para el gobierno de internet de Barack Obama y John McCain ('On the media. Obama vs. McCain on media policy 2008'). 

El artículo es especialmente relevante además porque Tim Wu es un especialista en derecho y gobierno de internet, y el autor de 'Who controls the Internet. Illusions of a borderless world' (Amazon) (uno de los libros esenciales para comprender internet). 

Pero, al tiempo, su análisis debe leerse teniendo en cuenta que Wu es un reconocido partidario de Obama.El análisis combina en realidad dos cuestiones que, por otra parte, están cada vez más relacionadas: el futuro de los grandes grupos de comunicación (los 'big media') y el futuro de internet. 

Respecto a la primera cuestión, McCain propone una regulación pública mínima, tratando a los medios de comunicación como a cualquier otro sector económico convencional. El candidato republicano no intervendría en la concentración de grandes medios. Por el contrario, Obama defiende el carácter clave de los medios, por sus implicaciones sobre el interés público, y por tanto impulsaría una supervisión fuerte sobre los abusos potenciales derivados de su concentración.

Del mismo modo, las posiciones sobre la necesidad de regulación y control de internet son diametralmente opuestas. Para Obama, internet es una "consecuencia" del esfuerzo del I+D público y su carácter abierto es esencial para entender su impacto e interés social y económico. Por tanto su estrategia política se basará en la protección de este diseño abierto abogando por laneutralidad de la red, de modo que todo tipo de contenidos y sitios reciban el mismo tratamiento (una postura de la que el propio Tim Wu es uno de sus máximos defensores). 

Este planteamiento se conoce como la 'visión infraestructural' de internet. Para sus partidarios, es sobre esta infraestructura sobre la que se construyen los mercados y el sistema económico y es, por tanto, de interés público. 

Enrique Dans analizaba hace un tiempo la postura inequívoca de Obama de apoyo a la neutralidad de la red y que quedaba resumida en estas declaraciones expresadas en un podcast publicado hace ya dos años:
Gracias a que internet es una plataforma neutral puedo publicar este podcast y transmitirlo por la red sin tener que utilizar a los medios corporativos como intermediarios. 

Puedo decir lo que quiero sin censura o sin tener que pagar por ello. Pero las grandes empresas de telefonía y cable quieren cambiar el internet que conocemosPor el contrario, McCain considera a internet como un producto, más que como un servicio o infraestructura, que puede ser proporcionado por el sector privado con una mínima intervención pública. En su experiencia como senador se ha posicionado ya entre los que no apoyan la neutralidad, aunque dentro de los republicanos no es ésta ni mucho menos una opinión unánime.Tim Wu resume la confrontación entre ambos candidatos mediante una metáfora: para el demócrata la red es una carretera (a la que todo el mundo tiene acceso), mientras quepara el republicano sería un automóvil (del que sólo podemos disfrutar si podemos permitírnoslo). 

Puede que la comparación sea excesivamente simple, dado que de poco nos valdrá la carretera si no disponemos de un vehículo privado o un transporte público. Ninguno defiende la intervención, pero Obama sí apoya una regulación fuerte que garantice un tipo de funcionamiento específico en los mercados digitales, mientras que McCain cree innecesaria esta regulación.

Pero si algo nos enseñan los acontecimientos más recientes es que debemos desconfiar de estos enfrentamientos ideológicos. 

Quizás nos proporcione pistas sobre el futuro gobierno de internet lo que finalmente suceda con el desarrollo del plan de rescate diseñado para hacer frente a la crisis financiera, que ha demostrado que los límites entre partidarios y detractores de la intervención y la regulación son mucho más difusos e independientes de las adscripciones partidistas de lo que podríamos pensar. 

En cualquier caso, el futuro de internet será dependiente de las políticas del futuro presidente de EEUU y éstas van a determinar en gran medida cómo los ciudadanos obtendrán información y se comunicarán en el futuro.

sábado, 11 de octubre de 2008

LA VIDRIERA GLOBAL DEL YO

Por Héctor M. Guyot 

La pantalla muestra a un hombre mayor de frente amplia y pelo canoso. Una pared empapelada que aparece detrás, salpicada de cuadros y fotos, sugiere la intimidad de una casa. "Me he vuelto adicto a YouTube -dice el hombre mirando a cámara-. Es un lugar fascinante donde puedo ver los videos que ustedes los jóvenes producen, así que pensé en intentar uno yo mismo." Sin demora, se traza un programa: "Lo que espero poder hacer es renegar acerca de la vida en general desde la perspectiva de una persona vieja que ha estado aquí y allá y ha hecho esto y aquello". 

Viudo y jubilado, Peter Oakley vive en Leicester, Inglaterra. En agosto de 2006 tituló este video de dos minutos First Try ("Primer intento") y lo subió a YouTube presentándose como geriatric1927 (el año de su nacimiento). A los pocos días el video había recibido más de 4500 comentarios en el sitio. Oakley admitió que estaba viviendo uno de los mayores cambios de su vida y empezó a grabar la serie Telling It All ("Contándolo todo"), donde desgrana con estilo sus experiencias de estudiante en las décadas del 30 y el 40, su participación en la Segunda Guerra Mundial como técnico en radares, la vuelta a la vida civil, el encuentro con su futura esposa y su amor por las motocicletas. Las pequeñas y grandes vicisitudes de una existencia común, en suma. Hoy aquel primer video ha sido visto más de 2.780.000 veces y geriatric1927 es una celebridad de Internet que ha resistido el asedio de la prensa, hasta que accedió a una entrevista con la BBC. De todos modos, sigue haciendo lo que más le gusta: unos días atrás subió su video número 147, persistiendo en una suerte de autobiografía por entregas que es seguida por decenas de miles de personas y casi 50.000 suscriptores fijos. 

Por supuesto, los cambios que está produciendo YouTube (y la Web 2.0 de la que forma parte) van más allá de Peter Oakley: alcanzan no sólo a quienes suben sus videos al sitio a razón de más de 200.000 por día (13 horas de filmación por minuto, según la empresa), sino también a las decenas de millones de personas de todo el mundo que navegan por este océano insondable de material audiovisual que pone en cuestión las nociones de lo público y lo privado, la realidad y la ficción, la compañía y la soledad. 

¿De qué hablamos cuando hablamos de YouTube? Se sabe: de un sitio web donde la gente comparte videos. El problema aparece a la hora de describirlo, porque nadie conoce a ciencia cierta qué hay allí dentro. El monstruo crece a un ritmo tan acelerado que es imposible trazar sus límites o saber qué esconden sus profundidades abisales. De cualquier modo, a través de las secciones Favoritos, Más Vistos o Destacados, la marea de YouTube deposita en las playas de la página cosas de lo más variadas: videos domésticos y confesionales grabados con una webcam (como los de geriatric1927), minificciones que constituyen ensayos de nuevos formatos para la TV, material de contenido político (parte de la batalla de las elecciones primarias en Estados Unidos se dirimió en YouTube), músicos aficionados en acción, imágenes de naturaleza periodística filmadas con el celular y un largo etcétera, que incluye un invalorable archivo histórico y cultural. 

En este último aspecto, YouTube representa una verdadera memoria de la humanidad. De hecho, el sitio puede albergar cualquier material filmado, basta que quien lo posea se decida a compartirlo, y son muchos los que ya han dado el paso subiendo desde viejas series de TV y películas memorables hasta actuaciones históricas o íntimas de grandes artistas y músicos. Que cada cual pruebe con aquellas personalidades que prefiera, pero sepa que puede ir, por caso, de Edith Piaf a Bob Dylan, de Jackson Pollock a Jack Kerouac, de Glenn Gould a Maria Callas. 

Toda marea deja en la playa basura y algas sucias. Junto con verdaderas perlas, también hay mucho de eso en lo que la página web saca a flote: imágenes banales, absurdas o de pésimo gusto. Pero YouTube no es un inventario de videos. Lo que importa es la bestia en movimiento, alimentada por la interacción espontánea de millones de usuarios en busca de entretenimiento, visibilidad y contacto: el sitio, que forma parte insoslayable del sistema mediático integrado en el que vivimos, es un laboratorio en constante experimentación. Según muchos expertos, no sólo está transformando el modo en que nos comunicamos sino también la manera en que construimos nuestra subjetividad y entendemos el mundo. Algunos celebran YouTube y la Web 2.0, en la que prima el protagonismo de los usuarios, como un campo infinito abierto a la creatividad humana. Otros, en la vereda opuesta, advierten sobre sus riesgos. Lo que subyace, pareciera, es la tensión entre una cultura basada en la interioridad, la profundidad y el esfuerzo, que rigió en Occidente durante los últimos doscientos años, y otra emergente que en cambio privilegia el flujo, el juego, las apariencias y la espectacularidad. 

Como los grupos de rock, las leyendas de Internet tienen su origen en un garaje de suburbio. Aquél en el que Steve Chen y Chad Hurley intentaron crear una página web donde compartir los videos que por entonces -principios de 2005- grababan en sus webcams y celulares está en Silicon Valley. Ambos habían crecido con un mouse pegado a la mano y trabajaban en la meca del mundo digital. ...ste era un juego más y lo ganaron. Habrán festejado, claro, pero difícilmente hayan imaginado que menos de un año después de lanzar el sitio le venderían la criatura a Google (creado por otro par de chicos similar) y embolsarían 1600 millones de dólares. Parece mucho, sobre todo si se tiene en cuenta que todavía no reporta ganancias. "Si uno cree que YouTube es el futuro de la televisión, claramente vale ese precio -dijo por esos días Steven Ballmer, alto ejecutivo de Microsoft-. Si uno cree otra cosa, tal vez no valga demasiado." 

Mientras tanto, la televisión estaba distraída. "Ustedes no van a convertir a consumidores pasivos en sujetos activos en Internet", le había soltado un escéptico Stephen Weiswasser, directivo de la cadena ABC, al experto en cultura digital Kevin Nelly, a quien llamó en busca de asesoramiento cuando la Web empezaba a emerger. La realidad le pasó por encima. En 60 años de existencia, las tres principales cadenas de TV estadounidenses produjeron juntas un millón y medio de horas de programación. YouTube recibió el mismo volumen sólo en los primeros seis meses de este año, a un ritmo de más de 9200 horas de video por día, el equivalente de lo que producirían 385 canales en 24 horas. Más del 85% del material que se sube es nuevo y original, y ahí está la clave: la gran revolución de YouTube es haber convertido a los espectadores en productores. Horizontalidad, democracia digital. Así llaman al fenómeno los exégetas de la Web 2.0. "Se trata de nuevas formas de expresión, de identidad y de comunidad que están emergiendo. Esta forma inédita de intercambio y de colaboración está llevando a repensar los conceptos de derecho de autor, privacidad, comercio, amor y familia", se entusiasma Michael Wesch, un antropólogo estadounidense dedicado a la "etnografía digital" que divulgó las cifras mencionadas en junio pasado durante la presentación "Una introducción antropológica a YouTube", ofrecida en la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos. 

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Sentada frente a la cámara, en el centro de la escena, se deshace en gestos raros y seductores. Tiene una pierna recogida, el mentón sobre la rodilla y, más arriba, grandes ojos color almendra enmarcados por el pelo castaño y lacio. Detrás, sobre la cama, hay un osito de peluche. "...ste es mi primer video y será acerca de mí -dice lonelygirl15, con una voz que pertenece, a un tiempo, a una adolescente y a una mujer-. Mi nombre es Bree y tengo 16 años. No les diré donde vivo, pero sí les diré que mi pueblo es muy pero muy aburrido " 

Resulta fascinante -y agotador- ver la creación secuenciada de personajes en YouTube.

Muchos se muestran como son o como pueden; algunos despliegan un guión escrito por ellos mismos o por un tercero y otros juegan a desdoblarse en distintas personalidades. Desde este lado de la pantalla es difícil discriminar. Ficción o realidad, poco importa. 

De una cosa no hay duda: la identidad ya no es lo que era. Posiblemente, cuando estos personajes obtienen reconocimiento (es decir, son vistos por muchos miles), pasan a vivir más en la pantalla que en el mundo real. Aunque quizá también esta oposición ya resulta obsoleta. 

"A juzgar por lo que ocurre en ciertas áreas interactivas de Internet, como es el caso de YouTube, la intimidad se ha convertido en un escenario en el cual debemos montar el espectáculo de nosotros mismos. Hay una voluntad de construirse un yo visible, un personaje que los otros puedan ver. Con su mirada, los espectadores confirman la existencia de quien se exhibe -dice a adn CULTURA Paula Sibilia, antropóloga argentina autora del libro La intimidad como espectáculo (Fondo de Cultura Económica)-. Han cambiado los modos de construcción del yo y los pilares en los cuales se sustenta el complejo edificio que define lo que somos." 

Cada vez más, el yo contemporáneo necesita mostrarse para ser alguien. Se ha perdido aquella noción de esencia invisible alojada en nuestra interioridad y el eje se ha ido desplazando hacia la superficie del cuerpo, hacia todo aquello que es visible. "Estas nuevas formas de producir ´autoficciones responden a ciertas demandas de los sujetos contemporáneos y a determinadas exigencias sociales, del mismo modo que los diarios íntimos, los intercambios epistolares, las novelas realistas e incluso el psicoanálisis eran costumbres compatibles con aquel otro proyecto de mundo que se aleja cada vez más -señala Sibilia-. Nuestra sociedad ya no exige a sus ciudadanos introspección y disciplina. Ahora pide a gritos visibilidad, celebridad, creatividad y marketing de sí mismos. Todos los días debemos ocuparnos de posicionar la volátil marca del yo en el competitivo mercado actual de las apariencias. YouTube es una de las herramientas que nos ayudan a entrenarnos en esas funciones y, quien sabe, hasta a tener éxito en esa difícil tarea." 

Como en todo ecosistema, hay una lucha en YouTube. Sobrevive -o vive, a secas- quien se hace ver. La batalla es dura: la mayor parte de los videos son vistos por menos de cien personas. Los usuarios tienen la última palabra, pero por cierto ayuda que alguno de los editores del sitio decida ubicar un video entre los "destacados". De allí a la celebridad puede haber un paso. Lonelygirl15, por ejemplo, era la adolescente más famosa en Internet. Sus problemas con los chicos, los desencuentros con sus padres y sus coqueteos con el esoterismo mantenían en vilo a millones. Hasta que un artículo de The New York Times develó que en lugar de una adolescente rica con tristeza, Bree era la creación de Ramesh Flinders, guionista y director californiano, y Miles Beckett, cirujano reconvertido en cineasta. La chica, Jessica Rose, resultó una aspirante a actriz neozelandesa que estaba viviendo en Los Ángeles. Ante la andanada de críticas (muchas, claro, se encauzaron a través de videos), Flinders y Beckett emitieron una sugestiva declaración: "Ella no es más real o ficticia que las partes de nuestra personalidad que elegimos mostrar o esconder cuando interactuamos con las personas que nos rodean". 

Hay que admitir que en YouTube todos se producen a sí mismos y editan sus historias. Hoy prevalece una subjetividad "plástica y mutante" que encuentra allí uno de sus mejores escenarios y que deriva del desgarramiento de ciertas raíces identitarias, dice Sibilia. "Me refiero no sólo a la interioridad y al propio pasado como historia personal que nutría y daba sentido al yo presente, sino también a los vínculos familiares, comunitarios, de clase, étnicos y nacionales." 

Los videos domésticos y confesionales se multiplicaron geométricamente cuando el abaratamiento de los equipos que permiten filmar (una webcam , un teléfono celular, una cámara fotográfica digital) coincidió con la popularización de la banda ancha. Quienes manejan estas herramientas como una extensión de su cuerpo son, claro, los jóvenes. De acuerdo con datos de Wesch, una franja que va de los 18 a los 35 años sube el 50% de los videos de YouTube (la más activa tiene entre 18 y 24). Los menores de 18 años suben el 25%, y los mayores de 35, el 25% restante. Esta realidad se refleja de manera análoga en la Argentina. 

"Cada vez más argentinos suben videos a YouTube, aunque no existen cifras ciertas -dice Enrique Carrier, consultor especializado en telecomunicaciones e Internet-. De todos modos, es evidente que cada vez hay más contenidos locales, desde los videos de Peter Capusotto hasta un flogger que sube su pasito de baile, pasando por el voto de Cobos en el Senado. Obviamente, hay una mayor proporción de consumo que de subida. Según nuestros estudios, aquí la mitad de los usuarios de Internet ve videos on-line . Es decir, unos ocho millones de personas. Y unos dos millones consumen videos casi todos los días, especialmente la franja que va hasta los 25 años. YouTube es una TV paralela que se está desarrollando fuera de control." 

La precocidad es la regla. Un amigo de Carrier le comentaba las dificultades que tenía para hacerle entender a su hijo de cuatro años que en la televisión los dibujos animados de la Pantera Rosa no están cuando él quiere: ya se había acostumbrado a ver los viejos capítulos en YouTube. Otra anécdota, en este caso relatada a este cronista: dos chicas de 11 años se quedan a dormir en casa de una compañera de colegio, en la zona norte del Gran Buenos Aires. Al otro día, los padres se enteran de que sus hijas estaban en YouTube. Se habían filmado con un celular, sólo por jugar, y habían subido las imágenes al sitio gracias a las buenas artes de una de ellas. 

En cuanto al uso de la página web, la Argentina ocupa el tercer lugar en América latina, detrás de Brasil y México, señala Alberto Arébalos, director de Comunicaciones de Google para la región. "Los latinoamericanos son más mirones que actores -dice-. Suben un recital, por ejemplo. En cambio en Estados Unidos prevalece el video doméstico. Es la posibilidad de tener tu propio canal de televisión, si lo pensás un poco. Son herramientas liberadas al juego de la gente, que con su creatividad es capaz de cualquier cosa. Esto es tan revolucionario como la creación de la imprenta. Yo no creo que Gutenberg haya previsto lo que sucedería con su invención. ...l sólo quería imprimir biblias para que la gente se portara mejor." 

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Dos chicos en un sillón negro. Uno de ellos, de tres años, sonriente, mete el dedo en la boca del otro, de unos pocos meses. El bebé muerde y la risa se convierte en gesto de dolor, en grito, en súplica. "Auch, Charlie, Auch." La boca se abre y llega el alivio. "Charlie, that really hurted", recrimina el chico con perfecto acento inglés a su hermano menor, que ahora es el que ríe. 

Una escena doméstica para consumo familiar. ...se era el destino de Charlie Bit My Finger cuando Richard, el padre de los chicos, lo subió a YouTube con el fin de compartirlo con parientes que vivían lejos. Pero la lógica del sitio se fagocitó sus intenciones: la escena ha sido vista más de 53 millones de veces y los dos chicos junto a sus padres llegaron, por supuesto, a las pantallas de la televisión. Tal como se igualan realidad y ficción, YouTube disuelve también los límites entre la vida privada y la pública. "Hasta hace poco, se suponía que cada individuo debía resguardar su privacidad de cualquier intromisión ajena -dice Sibilia-. La vida privada se protegía gracias a las gruesas paredes y las puertas cerradas del hogar." Con la irrupción de las videocámaras y sitios como YouTube, ya no hay paredes que valgan. 

El video Charlie Bit My Finger provocó otro fenómeno característico del sitio: una ola de más de dos milremakes remixes . Es decir, gente que reactúa la escena o que edita de manera diferente la versión original. Según dijo Wesch en la Biblioteca del Congreso, el 15% de los videos de YouTube son remixes oremakes de otros videos y representan expresiones que fortalecen el sentido de comunidad de los usuarios. Otra serie es Free Hugs , que comenzó cuando a alguien se le ocurrió salir a las calles de Sidney, Australia, a prodigar afecto portando un cartel que dice "Abrazos gratis", y filmar la experiencia. Hay Free Hugs de todas partes del mundo, incluido Buenos Aires. 

A la hora de explicar el fenómeno, Wesch sostiene que los videos de YouTube alivian la "tensión cultural" que existe entre lo que expresamos (individualismo, independencia, intereses comerciales) y lo que deseamos (relaciones, comunidad, autenticidad). No se le escapan algunas paradojas, como el anonimato y la distancia física que existe entre los usuarios. YouTube bien podría ser el espacio público más grande del planeta al que se accede desde la privacidad del hogar, de acuerdo, pero frente a la pantalla o la cámara lo único que todos comparten es la más completa soledad. Esto provoca lo que Wesch llama "el colapso del contexto": cuando le hablamos a una cámara no obtenemos feedback alguno que vaya moldeando nuestro discurso, por la obvia razón de que, en rigor, no existe interlocutor. Pero para Wesch no hay obstáculos: "A veces esa distancia nos permite conectarnos más profundamente que nunca -afirma-. Nos da libertad para experimentar la humanidad sin miedo o ansiedad social". Junto con su equipo de investigación, integrado por alumnos suyos de la Universidad de Kansas, el antropólogo decidió hacer una "observación participativa" sobre su objeto de estudio. Y allí se lo puede ver, sonriente y ágil en un video del sitio, bailando a pata suelta con indígenas de Nueva Guinea. Poco académico quizá, pero trabajo de campo al fin.

Mientras Wesch ensaya el elogio de los nuevos valores que emergen de YouTube, varias voces de alarma se levantan en distintos medios para advertir acerca del modo en que la Web -su gramática, podríamos decir- afecta el proceso de cognición. "Internet se está convirtiendo en nuestro mapa y reloj, nuestra imprenta y máquina de escribir, nuestra calculadora y teléfono, nuestra radio y televisión. Pero cuando la Red absorbe un medio, dicho medio se recrea a imagen y semejanza de la Red", reflexiona Nicholas Carr, ex editor delHarvard Business Review , en "¿Google nos está volviendo estúpidos?", un artículo publicado por The Atlantic Monthly en agosto pasado. Los medios y las tecnologías que usamos juegan un papel importante en la configuración de los circuitos neuronales del cerebro, señala Carr, que despacha una queja: tras haber usado Internet de forma intensiva durante una década, ya no piensa como antes. La lectura profunda, que solía resultarle fácil y agradable, se ha vuelto una lucha. "Mi mente ahora espera asimilar información tal como la Web la distribuye: en un vertiginoso flujo de partículas. Antes yo era un buzo y me sumergía en océanos de palabras. Hoy en día me deslizo sobre la superficie como en un jet ski ." 

La vida on-line , dice Carr, mecaniza la inteligencia y excluye la intuición y la ambigüedad. "La idea de que nuestra mente debiera operar como una máquina procesadora de datos de alta velocidad no sólo está incorporada al funcionamiento de Internet. Al mismo tiempo, se trata del modelo empresarial imperante en Internet -advierte-. A mayor velocidad de navegación, a mayor número de enlaces, mayores son las oportunidades que Google y otras compañías tienen para recoger información sobre nosotros y nutrirnos con anuncios publicitarios." 

"Distraído de la distracción por la distracción", dice un verso de T. S. Eliot, y permite resumir el principal cargo que Carr -así como el periodista y escritor británico Brian Appleyard y el profesor de psicología de la Universidad de Michigan David Meyer, entre otros- le formula a la Web 2.0 de YouTube, los blogs y las redes sociales como Facebook y MySpace. 

Para el escritor italiano Alessandro Baricco, la cosa va todavía más allá, pero no tiene por qué despertar temores o sentimientos apocalípticos. Ese surfing nervioso que lleva, por ejemplo, de un video de John Coltrane a otro de Johnny Cash (o acaso de Pimpinela), pasando por una decena de cortos en una fiebre asociativa que empuja siempre hacia adelante, es en verdad la clave: los links son el sentido mismo de la Web, sostiene Baricco. "La idea de que entender saber signifique penetrar a fondo en lo que estudiamos hasta alcanzar su esencia es una hermosa idea que está muriendo: la sustituye la instintiva convicción de que la esencia de las cosas no es un punto, sino una trayectoria", afirma el escritor en su libro Los bárbaros. Ensayo sobre la mutación (Anagrama). 

Lo que está cambiando, dice el autor de Seda , es el modo de adquirir experiencias. Hoy la experiencia supone un movimiento que encadena puntos en el espacio de lo real. Este gesto exige pasar por las cosas "justo el tiempo necesario para obtener de ellas un impulso que sea suficiente para acabar en otro lado". No hay meta, pues la meta es el movimiento. Según el escritor, los bárbaros ("especímenes" de la cultura emergente que están "saqueando" aquella que declina) han inventado -en correspondencia con la lógica de la Web- al hombre horizontal. Al modelo del burgués culto, esforzado, sumergido en las profundidades de un libro, lo sustituyeron por el surfista que navega en la espuma de las olas. Como aquel burgués, los bárbaros también buscan placer, intensidad de vida, emoción. Pero quizá se les haya pasado por la cabeza, conjetura el escritor, la siguiente idea: "¿Y si yo empleara todo ese tiempo, esa inteligencia, esa aplicación, para viajar por la superficie, por la piel del mundo, en vez de condenarme a bajar a fondo?" 

Las consecuencias, señala Baricco, están a la vista: superficie en vez de profundidad, velocidad en vez de reflexión, secuencia en lugar de análisis, comunicación antes que expresión, placer en vez de esfuerzo. "Un desmantelamiento sistemático de todas las herramientas mentales que heredamos de la cultura decimonónica, romántica y burguesa -concluye-. Hasta el punto más escandaloso: la brusca laicización de cualquier clase de gesto, el ataque frontal a la sacralidad del alma, sea lo que sea lo que ésta signifique." 

Un verso de W. B. Yeats que Joni Mitchell incorporó a una canción suya del disco Night Ride Home ayuda a entender, a los que todavía pensamos con mente analógica, tanto el fenómeno de YouTube y la Web 2.0 como sus consecuencias sobre el mundo. Dice así: "Things fall apart/ The center cannot hold" ("Las cosas se derrumban/ El centro no sostiene"). YouTube, la Web, eliminan la idea de centro, una noción tan cara a la vieja civilización. Sin esencia, sin núcleo, sin eje, sólo quedan pasajes y paradas efímeras en un flujo que no puede detenerse. Porque mientras que el hombre de la vieja civilización -que ya añoraba Yeats hace 90 años- luchaba por dotar de orden y jerarquía al magma de la realidad, los bárbaros de Baricco parecen tener otro plan. 

¿Hacia dónde va YouTube? ¿Hacia dónde va la Web? En este punto, la mayoría evita hacer proyecciones. Pero las respuestas al interrogante giran alrededor de la misma idea: YouTube y la Web van hacia donde la gente las lleve. "La tecnología es la plataforma para jugar -señala Arébalos-, pero la creatividad está en manos del hombre." Aunque, ya se sabe, seguirán existiendo aquellos que sostienen que en realidad es la tecnología la que se divierte con nosotros.