THE READER: SINPOPSIS, CRÍTICA Y ENTREVISTA

THE READER (Estados Unidos -Alemania 2.008, 123 Minutos, Drama)

Dirección: Stephen Daldry.

Guión: David Hare, sobre la novela de Bernhard Schlink.

Reparto: Ralph Fiennes, Kate Winslet, David Kross, Lena Olin, Bruno Ganz, Alexandra Maria Lara.

Fotografía: Chris Menges y Roger Deakins.

Música: Nico Muhly.

Sinopsis: En el Berlín de la posguerra Michael, un joven de apenas quince años comienza un tórrido romance con Hanna, una mujer mucho mayor que él. La breve pero intensa relación causa estragos en ambos hasta que finalmente se separan. Años después se reencontrarán de la forma más inesperada. Michael es un estudiante de derecho que acude a un juicio contra criminales de guerra nazis responsables de asesinar a centenares de judíos. Para sorpresa del chico su antigua amante, Hanna, está sentada en el banquillo de los acusados.

Crítica: Dicen de Stephen Daldry que es uno de los cineastas más sentimentales del panorama actual. Que tiene una capacidad innata de trasladar sentimientos a través de la pantalla y arrastrar a su público en un torrente de emociones. Más que narrar, Daldry saca a la luz los aspectos más profundos del alma de sus personajes y los expone sin edulcorantes a la vista de sus fieles.

El Lector ofrece a este director una oportunidad perfecta para demostrar su maestría en ese difícil arte que es conmover, despertando además un elemento que hasta ahora no había tocado. Daldry crea una enorme confusión al lograr que se empatice con los protagonistas de este intenso romance a pesar de sus graves pecados. Dividida en dos claros segmentos, la primera parte de El Lector nos sumerge en la desgarradora relación que mantienen sus dos protagonistas. Daldry nos introduce en este mundo de lo prohibido, de reglas rotas, secretos inconfesables, atracciones fatales y sentimientos encontrados, logrando que los hagamos propios. Esta parte, a pesar de su intensidad, sale perdiendo en comparación con la que le sucede. 

Ahí, desvelado el siniestro pasado de la triste Hanna, Daldry es capaz de atraparnos en su drama a pesar del rechazo que transmite el personaje. El cineasta, con la complicidad de una brillante Kate Winslet, retrata a un monstruo cargado de sentimientos que la convierten, a nuestro pesar, en un atribulado ser humano en busca de redención. 

Winslet, completando con este trabajo un año brillante que no admite competencia alguna, demuestra sin embargo el único aspecto negativo de contar con una actriz de semejante talento y estado de forma. La británica eclipsa casi por completo los notables trabajos de sus compañeros, que desde Kross hasta Fiennes, pasando por Ganz, Olin e incluso Lara, parecen embriagados por el  mismo espíritu que ha inspirado a Daldry formando uno de los repartos más cohesionados del año. 

Sobria, con un estilo marcado por grandes vacíos de diálogo que dotan de mayor protagonismo a la imagen, un reparto de auténtico lujo y una durísima historia, El Lector se convierte en un continuo tira y afloja entre nuestros sentimientos y nuestras ideas. Entre nuestros instintos y las reglas que hemos creado para controlarlos. 

Entre la moral, la justica y la ley.

Entre el amor y la muerte.

Y así, a través de esa batalla librada en las entrañas, nos damos cuenta de que lo que se dice de Daldry no es un simple rumor.

ENTREVISTA.

Tomado de 20 min.es

Pocos directores pueden presumir de haber dirigido tres películas y haber obtenido nominaciones a los Oscar por todas ellas. Stephen Daldry (Inglaterra, 1961) puede sacar pecho por ello. Después de Billy Elliot y Las Horas, el inglés vuelve a la palestra con The Reader, la adaptación de un superventas alemán (Der Vorlesser) ambientado en la Alemania de la posguerra.

La historia de Hanna (Kate Winslet) y Michael (David Kross, Ralph Fiennes), una relación de amor a caballo entre la guerra y los años venideros, es una víctima más de los secretos que una generación de alemanes aún arrastra consigo. 

¿Se está acostumbrando al éxito?

¡No lo sé! (risas)

¿Le da miedo?

El éxito solo significa que el fracaso esta cada vez más cerca. Y viceversa. (risas)

¿Es consciente de la controversia que puede provocar al dirigir una adaptación de un libro de tantísimo éxito en Alemania?

Yo sé que no es mi historia, para nada. Le dije lo mismo al escritor: "¿Porqué no la haces en Alemania? Pero fue su decisión rodarla así, hacerla en inglés y con un director que no era alemán.

¿Cree entonces que no hay ningún problema en que un extranjero ruede una película sobre un aspecto tan concreto de la cultura de otro país?

Para saberlo hay que preguntarse si el lenguaje de la novela tan intrínsecamente alemán en su uso de la lengua que no pueda ser traducido. La respuesta, obviamente, es no. A nivel cultural, ¿es apropiado que un extranjero cuente una historia de alemanes? El proteccionismo cultural es un punto de vista peligroso.

¿Qué reacciones espera entre los espectadores?

The Reader es provocativa y controvertida. Y creo que enciende un debate que es interesante tener. ¿Reacciones? Hay tantas como gente que ve la película.

¿Cree que alguien pueda pensar que entender y explicar el holocausto es una forma de justificarlo?

Se han hecho muchas cintas del holocausto, siempre desde el punto de vista de las víctimas, no es muy apropiado hacerlo desde el punto de vista de los responsables. Ésta habla de quién lo perpetró, y de su relación con la generación de los vencedores. Inevitablemente vas a ver a una criminal de guerra como ser humano, envuelta en una historia de amor.

¿Es especial presentar una historia así en un lugar como Berlín?

¡Es fascinante! Estoy muy interesado en ver lo que va a pasar. Creo que va habrá una reacción en contra de un inglés contando una historia alemana. Es algo que entiendo. Pero también quiero saber cómo reacciona la gente a los cambios que hemos hecho respecto al libro.

¿Fue el genocidio alemán, por su planificación y milimétrica puesta en escena, diferente al de otros países?

No. Cada país que atraviesa un genocidio tiene su propia responsabilidad. Y éste ha pasado por uno. Las circunstancias de Hanna no son diferentes a las de otros genocidios.

¿Por qué es tan importante que Michael no haya vivido la guerra?

Él es un chico joven que no entiende ni a sus padres ni a sus profesores. Sólo recibe silencio acerca de lo que pasó. Está intentando hablar de una generación que vivía en silencio y que tuvo que entender que la gente a la que amaba estuvo envuelta en esos asuntos. Por eso es importante ver a Hanna desde el punto de vista de Michael.

¿Es necesaria una nueva generación que no tenga ningún vínculo con el pasado para superar el trauma de la guerra?

El problema de la generación de Michael, saber qué pasó y las consecuencias que tuvo en la gente que amaba les colocó en una situación muy específica. Las complicaciones de esa historia de amor, la vergüenza y la responsabilidad crecieron a medida que se hacían mayores.

¿Cómo preparó Kate Winslet un personaje tan complicado?

No es un personaje que le sea cercano y está lleno de ambigüedad y complejidad moral. Tuvo que conseguir dar coherencia al personaje gracias a las elipsis, porque sus circunstancias y su trasfondo no se explican en un momento determinado.

¿Fue un problema para ella el gran número de desnudos a los que tuvo que hacer frente?

Te sorprendería saber el número de actrices que están preparadas para desnudarse. Y para Kate no era un problema. Fue más complicado saber envejecer su cuerpo y hacerla parecer mayor.

¿Que le llamó la atención de David Cross?

Es un hombre y un actor impresionante. Ha sido una bendición contar con él. He tenido mucha suerte de encontrarle a través del agente de casting alemán, que le conocía de su primera película.

Este año el cine inglés está de enhorabuena, con su nominación y la de Danny Boyle al Oscar. Ambos vienen del teatro, ¿por qué están teniendo éxito ahora mismo?

Muchos ingleses hemos empezado en el teatro. Danny Boyle, Stephen Frears, no sé por qué tenemos éxito. Pero todos venimos de la misma compañía, la Royal Court. Es una materia digna de estudio (risas).