martes, 10 de febrero de 2009

VUELVE LUCÍA PUENZO CON EL "NIÑO PEZ"


Argentina abrió su paso por la Berlinale con la conmovedora El niño pez de Lucía Puenzo, una sobrecogedora historia de amor entre dos amigas adolescentes que se transmuta en melodrama, "thriller" e incluso en cine fantástico.

La hispano-argentina El niño pez se proyectó dentro de la sección de Panorama, fuera de concurso, y conquistó con la mezcolanza de pasiones que las protagonistas, Inés Efron y Mariela Vitale, encarnan en pantalla y que pasan por el deseo, la pasión, los celos y la rabia.

"Quería que fuera como un estallido, pero silencioso, interno" explicó hoy a Efe Lucía Puenzo, su directora, que debutó en el cine con gran éxito de crítica y público gracias a XXY (2007). El niño pez narra el intenso romance entre Lala (Efron), una joven adinerada de Buenos Aires, y su empleada doméstica paraguaya, interpretada por Vitale, Ailín, alias 'la Guayi'.

Basada en una novela escrita por la propia Puenzo, la cinta revierte el orden lineal de la obra y comienza con la huida de uno de los personajes para desgranar, a golpe de "flashback", los antecedentes de la historia.

"Lala está confusa y desorientada en un momento de la trama y es el espectador quien debe tomar los retazos de la historia fragmentada para recrear los acontecimientos", apuntó Puenzo. Esa configuración escénica permite al espectador acompañar a Lala en el "recorrido emocional" desatado en un punto de la historia y que "rompe su mundo en pedazos", según la directora, de 33 años.

"Lo más importante era encontrar el ritmo de la película. Y, cuando llegamos al montaje, me di cuenta de que en su versión lineal no lo tenía. Así que empecé a cortar y recomponer hasta dar con el tempo que buscaba", señaló.

La cinta cuenta con la participación de los españoles Pep Munné -en el papel del padre de Lala- y de Carlos Bardem, que interpreta a un comisario corrupto, y recupera para la gran pantalla a Arnaldo André, veterano galán de telenovela en Argentina.

André, a quien Puenzo describió como alguien muy "generoso" capaz de una "enorme grandeza" y de "parodiarse a sí mismo" en pantalla, encarna en la cinta al padre de la Guayi, un papel creado ex-profeso para él, resultado de combinar los personajes del hermano y el abuelo de la chica en la novela original.

No es esa la única concesión de la película con respecto a la novela (escrita por Puenzo hace diez años), pues se pasa de un protagonista literario canino -Serafín, el perro de Lala- a la propia Lala, en la cinta, lo que implicó una completa vuelta de tuerca en la óptica de la narración.

Paraguay se presenta en el filme como el lugar de escape soñado por las amantes, en el que confluyen sus sueños de libertad y rebeldía y las fantásticas leyendas del país, como la del niño-pez que da título al filme. "Además, 'La Guayi' habla y canta en guaraní, un idioma "melodioso" con "algo del canto de los pájaros", según Puenzo.

Convencida de que el origen subjetivo de sus trabajos es siempre "un misterio, puro capricho", Puenzo considera que a la hora de narrar una historia debe prevalecer "una escena poderosa" y no un tema, porque si no ésta se vuelve "seca y puramente racional".

La cineasta aseguró que su propósito no fue nunca hablar de una relación lésbica, sino que esta fue producto del "juego" narrativo en que implicó a los personajes de Lala y la Guayi. Su último protagonista es un prófugo millonario, que asciende a tal categoría en la novela "La furia de la langosta", que está ultimando ya esta directora, guionista y escritora.

Puenzo augura un año difícil para el cine, también en Argentina, aunque confía en que siempre "habrá formas de ser creativo y de poder filmar". Considera "injusto" que se apliquen las mismas reglas para las produccones de Hollywood y para las argentinas, pues "no llegan a la pantalla con las mismas armas".

El niño pez se estrenará el 9 de abril en Argentina, el 6 de mayo en Francia y en agosto en España.

Sinopsis

Lala, una adolescente que vive en el barrio más exclusivo de la Argentina, está enamorada de la Guayi, la mucama paraguaya de 16 años que trabaja en su casa. Las dos sueñan con vivir juntas a Paraguay, al lago Ypacaraí. Para eso juntan plata robándola de las carteras y billeteras que encuentran por la casa y la guardan en una caja de zapatos. Pero cuando la caja está llena, estalla. Estalla el deseo, los celos y la ira que hace que Lala mate a su padre.

P
ero esto es sólo el punto de partida que precipita la huída en la ruta que une el norte del Gran Buenos Aires con Paraguay. Mientras Lala espera a su amante en Paraguay, reconstruyendo su pasado (el misterio de su embarazo y la leyenda de un niño pez que guía a los ahogados hasta el fondo del lago), la Guayi es detenida en un Instituto de menores en las afueras de Buenos Aires. Ella también esconde un crimen en su pasado.

La venganza, el riesgo, el sexo semiviolento, la sangre, van tejiendo una trama que apuesta a encontrar una salida de la incertidumbre con la que muchos jóvenes viven en el mismo mundo que condenan.


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