domingo, 25 de enero de 2009

ES DURO SER ATEO


Johan Norberg se felicita porque Obama se haya acordado de los "no creyentes" (al menos, en El País no tradujeron nonbelievers por el pendatuelo "increyentes") Sin embargo, y a pesar de que al menos no quiere echarlos del país como George Bush, no es preciso y riguroso hacerlos figurar en la misma frase que cristianos, musulmanes, judíos e hindúes.

No hay que confudir a los que no creen con los que creen debido a una potencia cognoscitiva que denominan "fe" No dudo que gracias a dicha facultad tengan un conocimiento mucho más profundo y complejo de la realidad que a los míseros ateos nos falta. Y que sus vidas discurren por el camino de la felicidad, el amor y la armonía universal. Sin embargo, aunque me temo que a una persona tan religiosa como Obama (cita a Dios cinco veces en su discurso inaugural) esto le resultará difícil de entender, ser "no creyente" (ateo, agnóstico) no tiene nada que ver con dicha intuición sobre la divinidad y aledaños metafísicos y morales, sino exclusivamente con la razón, tan limitada la pobre, tan poco dada a arrebatos.
Ayn Rand trataba de explicarlo (regular, como una vulgar hegeliana se hace un lío con las contradicciones en la realidad, lo que es ontológicamente imposible. En la realidad hay contrarios, pero las contradicciones pertenecen al orden del discurso. Aunque subraya adecuadamente la diferencia entre la razón y esa cosa llamada fe

El problema es que efectivamente hay ateos que se comportan como una secta religiosa, derivando de cuestiones de hecho simpáticas admoniciones éticas. Así, los famosos anuncios colocados en los autobuses, elevados por los obispos de anécdota trivial a categoría blasfema.

La cuestión de la existencia de Dios, como la existencia del número pi, los unicornios, las sillas o los quarks es una cuestión de hipótesis, que puede y debe ser aceptado bajo bases estrictamente racionales, ya sean de índole empírica o teórica. A día de hoy, sencillamente no es necesaria la hipótesis-Dios para explicar la realidad o la vida. El argumento ontológico de San Anselmo lo desmontó Santo Tomás de Aquino. La referencia al orden en relación con la finalidad de Santo Tomás la desbarató San Charles Darwin.

Pero la secta atea que viaja en autobus ha inferido de la razonable hipótesis de la no existencia de Dios un disparatado mandato moral: Carpe diem. ¿¿¿!!! Un poco de esfuerzo intelectual no vendría mal a quienes habría que considerar abanderados del pensamiento crítico. Si ya no hace falta la hipótesis-Dios en cuanto al orden ontológico, ¿qué sucede en el plano moral? Pues nos encontramos con un vacío, con un desierto... o lo que es peor, con la selva. En cualquier caso, el bofetón nihilista no te lo quita nadie. A menos, claro, que como la secta atea te tragues un buen chute de soma consumista, posmoderno y cambies la vieja y sólida religión celestial por la nueva y líquida religión terrena de la felicidad artificial.

Por el contrario, un ateísmo del que no haya que sentir vergüenza propia tendrá que esforzarse en plantear una alternativa moral y política con fundamento racional y no con consignas de publicidad televisiva, sección textil o refrescos burbujeantes. Pero eso será en otro post...

PD. Un profesor de filosofía entra en clase para hacer el examen final a sus alumnos. Poniendo la silla encima de la mesa dice a la clase:
- Usando cualquier conocimiento aplicable que hayan aprendido durante este curso, demuéstrenme que esta silla no existe.
Todos los alumnos se ponen a la tarea, utilizando sus lápices y gomas de borrar, aventurándose en argumentos para probar que la silla no existe. Pero un alumno, después de escribir rápidamente su respuesta, entrega su examen ante el asombro de sus compañeros.
Cuando pasan unos días y entregan las notas finales, ante la estupefacción de todos, el alumno que entregó su examen en 30 segundos obtiene la mejor calificación.
Su respuesta fue: "¿Qué silla?"

PD. La de cosas que hacía Bob Fosse con una silla... La vida es un cabaret

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un blog "políticamente correcto".