jueves, 29 de mayo de 2008

SOCIALES DE VEINTEAÑEROS EN LA HABANA

La señorita Haydée Milanés y el señor David Blanco son pareja. Les dejo con un comentario de como va su relación en.... la música. Puede que tenga detalles...
Haydée Milanés, un corazón de libélula

Por Leandro Estupiñán / Jueves, 8 de Mayo del 2008 / 15:55:59 /
Los holguineros escuchamos que el concierto pre-Romerías sería con Haydée Milanés, la joven intérprete con el apellido de uno de los más grandes cantautores surgidos desde este país. Tal circunstancia y su primer trabajo discográfico hizo que muchos nos interesáramos en la presentación, que luego serían tres (concierto pre-Romerías, Casa Iberoamericana, Gabinete Caligari).

Debo confesar que al salir de aquel concierto pre-Romerías, me sentí decepcionado. Había empezado muy tarde en la madrugada y, para colmo, la actuación de Milanés fue un naufragio. Se mostró desconcentrada, aturdida, vencida por la presencia de su invitado el joven y popular David Blanco. Era como si ambos hubiesen perdido la noción del tiempo, y habiendo olvidado al público, se creyeran jugando en la terraza de sus casas. Decía yo como ella en su hermoso tema: tanto amarte y tanto darte, para nada


Sin embargo, tuve la necesidad de comprobar en sus siguientes presentaciones cuál era verdaderamente el valor de esta muchacha de 28 años. Milanés había anunciado con el disco que lleva su nombre, buen álbum producido por Descemer Bueno, que era capaz de realizar un trabajo apreciable y profesional. Tenía años de trabajo en el cuarteto de Hernán López Nussa y era una intérprete seria de jazz en clubes como La zorra y el cuervo.

En la casa Iberoamericana, la cosa fue distinta. Acompañada por músicos de la propia agrupación de Blanco, los jóvenes Yaimy Kanell, Mariel Rivas, Emilio Veitía y Ernesto Blanco, la intérprete de agradable voz supo establecer comunicación con los asistentes. Mucha gente colmó el lugar y ella lució bien, todavía no demasiado bien y lo reconoció: “casi estamos ensayando”. Fue un concierto de unos 10 temas, mayormente pertenecientes al disco ya mencionado, a David Blanco… Para cerrar, escogió el clásico All night love, de Lionel Richie, que a ella le queda muy bien porque suena como su propio espíritu musical: alegre y frágil.

De todas sus presentaciones, la última fue a mi juicio la mejor. La Haydée que llegó al Caligari el miércoles en la noche parecía mucho más seria y decidida con su trabajo. Así, jóvenes de muchos países pudieron corear a gusto sus canciones en una terraza abarrotada y restaron importancia a los desperfectos del audio. Ella también restó importancia a eso y logró reproducir en sus temas el propio sentimiento del disco.

Del primer concierto al último hubo un trecho inmenso. Por suerte para todos, la imagen mejoró y la Haydee Milanés que recordamos hoy los holguineros es una artista cercana a los niveles espectaculares que ha mantenido el interprete de Yolanda. No es por comparar, pero en su caso es inevitable. Son dos temperamentos diferentes. Dos clases de intérpretes. Pero la misma sangre. Por lo pronto, la joven que ha popularizado el Tú y yo de Bueno parece enseñarnos que Nunca se sabe qué vendrá mañana…

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